Dado que John Barrymore bebía mucho desde la adolescencia, no puede decirse que fuese la insatisfacción en su trabajo la que le empujase a la bebida, pero ciertamente le estimuló a beber cada vez más. Cuando apareció el sonoro había dejado la juventud atrás, y su bello perfil comenzaba a mostrar los estragos del tiempo. Durante los último años de su vida se convirtió en un borracho crónico resultó imposible trabajar con él. Pero, para entonces a John eso no le importaba nada, y se dejó contratar para películas como The Great Profile (1940), de Walter Lang, y Playmates (1941), de David Butler, en las que se parodiaba a sí mismo, interpretando en ambos casos a actores envejecidos que vivían únicamente pensando en las glorias del pasado.
Murió en 1942, poco después de una gira teatral por los Estados Unidos, que permitió a su cuarta esposa, una ambiciosa actriz llamada Elaine Barry trabajar en los escenarios. Tanto su hija Diana, nacida de su matrimonio con Michael Strange, como su hijo John, nacido de su matrimonio con la bella estrella del cine mudo Dolores Costello, tuvieron efímeras carreras cinematográficas.
Ninguno de los dos pudo superar el hándicap de su apellido, y la trágica vida de Diana fue el tema de Demasiado pronto para vivir (Too Much, Too Soon: The Daring Story of Diana Barrymore, 1958), dirigida por Art Napoleon, en la que John Barrymore era interpretado por su antiguo compañero de francachelas, Errol Flynn, en la que filmó poco antes de su muerte, ocurrida en 1960.
Lionel Barrymore compuso un poema musical, In Memoriam, dedicado a John e interpretado por la Orquesta Sinfónica de Filadelfia, en 1942. La decadencia de John había desilusionado a muchos, pero sorprendido a pocos, sobre a los que le juzgaban por los papeles que decidió interpretar en la cúspide de su carrera, casi siempre de hombres amargados, solitarios y marginados, y por sus sombríos y atormentados dibujos. Pero los tres juntos, Lionel, Ethel y John alcanzaron un elevado status y se convirtieron en un mito que forma parte permanentemente del triunfo del cine y del teatro estadounidenses. Era los fabulosos Barrymore, la familia real de Broadway... y de Hollywood.
Lionel, Ethel y John Barrymore en 1904 |
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