lunes, 26 de junio de 2017

Noticias de libro: Algunos mensajes personales

Algunos mensajes personales

Pierre Clémenti
Pepitas de calabaza
Logroño
2017
160 págs.
Tras un montaje policial, el actor Pierre Clémenti —uno de los iconos de la rebelión juvenil de los años sesenta y setenta— fue encarcelado en Italia acusado de posesión de drogas, en lo que no fue sino un intento más de destruir su alma a través del encierro de su cuerpo. Y fruto del encierro nace este texto en el que Clémenti, con gran lucidez, convierte su caso particular en una denuncia sin fisuras de la sociedad carcelaria, haciendo pública la suerte que corren los presos tras los muros. Una suerte que es inseparable de la del resto de la sociedad. Completamos este volumen con una filmografía del autor —en su doble faceta de actor y director—, con un listado de sus trabajos teatrales, con una introducción de su traductor Diego Luis Sanromán y con un prólogo y un epílogo del hijo de Pierre, Balthazar Clémenti.
Además de un conciso alegato contra la prisión, este texto es una magnífica exposición de la contagiosa filosofía vital de Clémenti y de su trabajo en la industria del espectáculo.
Pierre Clémenti. En la pantalla y sobre los escenarios fue la encarnación de la belleza ambigua y de cierta elegancia canalla, y también hasta cierto punto de las aspiraciones y contradicciones de las revueltas que en las décadas de los sesenta y los setenta del siglo pasado agitaron a la mitad del mundo. Un actor raro que jamás se consideró un mero intérprete y que se negó a que lo convirtieran en estrella. A pesar de ello, participó en más de setenta películas y colaboró con cineastas de la talla de Luchino Visconti, Luis Buñuel, Bernardo Bertolucci, Pier Paolo Pasolini o Philippe Garrel, aunque le dijo no a Federico Fellini. Por si esto no bastara, con su pequeña Beaulieu de 16 mm rodó una docena de películas y se convirtió en una de las referencias del cine underground francés de esos mismos decenios. Un cáncer de hígado lo mató poco antes de que concluyera el siglo XX, cuando acababa de cumplir cincuenta y siete años.

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