lunes, 13 de noviembre de 2017

Biografías de cine: Sergei M. Eisenstein (V)

(cont.)
Había conseguido rodar toda la película menos un episodio, el último, cuando, de repente Sinclair mandó para la producción como consecuencia del mal comportamiento de su cuñado. Sinclair se negó a ver a nadie que tuviera relación con la película hasta comprobar que había ocurrido realmente. Dejó de patrocinar a Eisenstein, quien afirmó que podía montar una película con el material ya rodado. Sinclair le dijo a Eisenstein que volviera a Moscú, a donde enviaría luego la película revelada. Pero, no ocurrió así. Durante veinte años, Sinclair lanzó acusaciones contra Eisenstein y las autoridades cinematográficas soviéticas por la catástrofe de ¡Que viva México!
Las imágenes filmadas se utilizaron para la creación de películas como Thunder over Mexico (1933), Eisenstein in Mexico y Death Day (1934) y Time in the Sun (1956). En 1956, Sinclair depositó el material fílmico en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. El título ¡Que viva México! propuesto por Eisenstein, fue utilizado para una versión realizada por Grigori Alexandrov, que trató de respetar los cuatro episodios del filme original.​ La obra fue estrenada en 1979, aproximadamente una década después de que el material fuera enviado por el Museo de Arte Moderno a la Unión Soviética. Además, ese mismo año recibió un reconocimiento en el Festival Internacional de Cine de Moscú. El propio Alexandrov y Sergei Bondarchuk ejercieron como narradores, empleando las notas escritas por Eisenstein. 

De vuelta a la URSS

Tras volver a Moscú en 1932, Eisenstein no consiguió sacar adelante ningún otro proyecto de película. El director de la industria cinematográfica soviética Boris Shumyatsky, rechazaba todas las ideas que le sugería. Sin quejarse,  al igual que hiciera Vsévolod Pudovkin (prestigiosos realizador soviético, contemporáneo de Eisenstein), el gran director se dedicó a la enseñanza, escribiendo y planificando una serie de diez libros, y confiando en que sus investigaciones fueran de utilidad en el futuro -teoría sobre el empleo del color y del sonido, que sin embargo no tendrá ocasión de llevar a la práctica-. En enero de 1935 presidió una conferencia de cinco días de duración sobre los problemas creativos y políticos del cine soviético, y todos los participantes le atacaron por el "formalismo" de sus películas y a él personalmente por dedicarse a la investigación y no dirigir. 
Eisenstein -en el rodaje de El prado de Bezhin
Las humillaciones de esos cinco días espolearon a Eisenstein a dirigir otra película, fueran cuales fueran las consecuencias. En mayo de 1935 comenzó el rodaje de El prado de de Bezhin (Brezhin Lug, 1937), tragedia campesina  de un muchacho que organiza la juventud local para proteger la cosecha del colectivo agrícola; pero, al igual ¡Qué viva México! esta película estaba destinada a no ser vista jamás. Eisenstein perdió el hilo de la historia debido a su afán de experimentar y Shumyatsky terminó prohibiendo la película. 
Su triunfo sobre Eisenstein debió parecerle total cuando el director se vio obligado a  escribir una devastadora autocrítica titulada "Los errores de El prado de Bexhin". Pero, incluso después de que Shumyatsky hubiera caído en desgracia la película no fue estrenada y durante algún tiempo se creyó que había sido destruida durante la II Guerra Mundial. Todo lo que queda de ella es una reconstrucción montada después de la muerta de Eisenstein con fragmentos conservados por el mismo, con una duración de 30 minutos. 
(cont.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario