Se ha dicho de esta película francesa dirigida por Anne Fontaine y estrenada recientemente en las salas de cine galas, concretamente el 22 de noviembre de 2017, si se trata de de un inquietante cuento moral o de una caricatura deplorable. Adaptación fragmentada de la novela En finir avec Eddy Bellegueule, de Edouard Louis, divide a los críticos.
Martin Clément, nacido Marvin Bijou, huyó. Huyó de su pequeño pueblo en los Vosgos. Huyó de su familia, de la tiranía de su padre, de la renuncia de su madre. Huyó de la intolerancia y el rechazo, la intimidación a la que estuvo expuesto siempre lo que lo convirtió en un chico "diferente". Aún contra todos, todavía encontró aliados. Primero, Madeleine Clément, la directora de la universidad que lo hizo descubrir el teatro, y cuyo apellido tomará prestado como símbolo de su salvación. Y luego Abel Pinto, el modelo benévolo que lo animará a relatar toda su historia en el escenario. Marvin se convertirá en Martin asumiendo todos los riesgos para crear este espectáculo que, más allá del éxito, terminará de transformarlo.
Martin Clément, nacido Marvin Bijou, huyó. Huyó de su pequeño pueblo en los Vosgos. Huyó de su familia, de la tiranía de su padre, de la renuncia de su madre. Huyó de la intolerancia y el rechazo, la intimidación a la que estuvo expuesto siempre lo que lo convirtió en un chico "diferente". Aún contra todos, todavía encontró aliados. Primero, Madeleine Clément, la directora de la universidad que lo hizo descubrir el teatro, y cuyo apellido tomará prestado como símbolo de su salvación. Y luego Abel Pinto, el modelo benévolo que lo animará a relatar toda su historia en el escenario. Marvin se convertirá en Martin asumiendo todos los riesgos para crear este espectáculo que, más allá del éxito, terminará de transformarlo.
Críticas a favor
"Hablamos de una mala salida" -es Marvin Bijou (interpretado por Finnegan Oldfield, ¡espléndido!: uno de los actores más sobresalientes de su generación), quien habla con un periodista después de haber abandonado a una familia poco y cariñosa. Después de haber vagado por París y haber tenido algunos encuentros amorosos que le han dejado un vacío en su corazón. Y haber intentado, también, con algunos estudiantes de teatro como él, parecer lo que no era... Pero cuando se encuentra sólo consigo mismo, Marvin no cesa de ver, fija la mirada en una de las paredes de su habitación, como si fuera una pantalla de cine, escenas de su pasado en su remoto pueblos de los Vosgos: las cenas con la familia; Y las agresiones sexuales en los lavabos de su escuela, donde los mayores a los que maquillaba los labios y le permitían acariciar su torso, le escupían en la cara lo de "mariquita"...
La nueva película de Anne Fontaine (autora también de Perfect Mothers, Les Innocentes) es un recorrido febril sobre ua persona humillada y ofendida sobre la que la luz predominará sobre las sombras. De la novela de Edouard Louis En finir avec Eddy Bellegueule, sólo ha conservado la infancia que ha estilizado con gusto. Especialmente con el personaje del padre, interpretado por Grégory Gadebois con una grandeza y una pujanza dignas de los grandes actores de antaño (por momentos recuerda al gran actor francés de la década de 1930, Harry Baur). El padre grita, eructa, miente: la directora nos lo muestra en toda su brutalidad, su miseria, su oscurantismo, pero sin condenarlo nunca. Pero, también evoluciona: cuando vuelve a encontrarse con Marin, ya con cierta fama, balbucea una torpe frase sobre los gays. "Esa no era la palabra que empleabas antes -le señala Marvin-. Luego ve en los ojos y en la vaga sonrisa el reflejo de la vergüenza. Y la sombra de cierto arrepentimiento.
Esta es también la característica de todos los personajes de la película de Anne Fontaine que ha concebido con el guionista Pierre Trividic: se mueven, huyen. Se metamorfosean a cada momento. Evolucionan en buenos o malos. Hasta el punto de ser cruel, a veces. Hasta la salida de su compañero, Abel (Vicente Macaigne), el profesor de teatro, amantes de sus hermosas frases hechas: pero, he aquí, de repente, indefenso y frágil, frente a una ausencia que no habían imaginado ... sin duda, el pequeño mundo gay, parisino, de moda, que es representado por la directora con un espíritu demasiado burlón: un hombre quincuagenario circulando en su coche de lujo escuchando ópera, es demasiado... Pero esto visión penetrante permite Isabelle Huppert -que interpreta tanto Isabelle Huppert y a una de las hadas buenas de Marvin- preguntarse, en una divertida, la importancia del Jaguar en las fantasías eróticas de los jóvenes seducidos por viejas amantes.
Lo más inquietante y conmovedor son los intensos momentos que salpican este cuento moral. Cuando Marvin escucha a su profesor de teatro, Abel, revelarle todo lo que no se atreve decir a nadie. Entonces, se le aproxima, lo mira unos largos segundos, como petrificado, y acaba por susurrarle "Soy como tú", antes de estallar en largos e intensos sollozos. Anne Fontaine filma este instante como un nacimiento. Los humillados y ofendidos de antes ya no existen. Marvin se ha encontrado y se acepta. Se ofrece a sí mismo y a los demás. Por fin, es el mismo.
Críticas en contra
Se comprende que Anne Fontaine haya renunciado a una adaptación en sentido estricto de En finir avec Eddy Bellegueule: su representación del proletariado, la única clase social descrita en la novela, es catastrófica, en opinión de algunos críticos. Unos Deschiens(1) nada graciosos, unos pobres desgraciados, redimidos con precipitación, de forma académica, al final de la película. Nos alejamos de la novela, en efecto, en la que la situaciones y los comportamientos, descritos con detalle, han sido colocados en perspectiva por el análisis sociológico e histórico.
Y continuando con los críticas, se acusa a la película de que el resto de las esferas exploradas tiene el mismo tosco tratamiento. Así, el gay en el Jaguar y el apartamento con vistas a la torre Eiffel, que "vive a toda velocidad", insiste en que nunca debemos reflexionar, y se lamenta que sus nietos "no se parezcan lo suficiente a él". Que tal estúpido sea el gran amigo de Isabelle Huppert, en su propio papel, constituye un insulto a la inteligencia de la actriz., que, en medio de tal desastre, citando algunas páginas de una imitación de Eddy Bellegueule, ofrece una vívida demostración de sabiduría por medio de su clase.
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(1) Les Deschiens son los personajes de una serie francesa de televisión creada por Jérôme Deschamps y Macha Makeïeff. Consiste en una serie de breves sketchs de carácter cómico. Representan una serie de estereotipos de la población francesa.
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