El 15 de noviembre de 1924, Ince embarcó en el lujoso yate Oneida del magnate de la prensa, Randolph Hearst, salió para un paseo de fin de semana hacia San Diego, para celebrar su 42º cumpleaños y para discutir la realización de la película con la amante de Hearst, la actriz Marion Davies. Haciendo caso omiso de las órdenes de su médico, que le estaba tratando de úlcera y angina de pecho, Ince comió y bebió en exceso, cayendo gravemente enfermo. Falleció en su propia casa tres días más tarde. La causa oficial de su fallecimiento se atribuyó a a un infarto provocado por una indigestión. El público siguió pensando en otra cosa.
En su número del 6 de diciembre de 1924, la revista Motion Picture News decía lo siguiente: "Probablemente, la reunión más importante jamás celebrada desde que Hollywood se convirtió en la capital del cine mundial fue la que tuvo lugar en el Egyptian Theatre de Grauman el domingo a las once de la mañana. A esa hora toda la industria, desde las estrellas más encumbradas hasta los trabajadores más modestos, se reunió para rendir homenaje a la memoria de Thomas H. Ince".
En los años posteriores circularon varias historias contrapuestas respecto de lo ocurrido, algunas refiriendo que Hearst le había disparado, sea en un ataque de celos o en forma accidental mientras peleaba con Chaplin por causa de Davies, y usando luego su poder e influencia para encubrir el hecho.
Alrededor de 1927 Louella Parsons, que era una influyente y temida periodista del mundo del espectáculo de Hollywood, dijo que William Randolph Hearst le disparó en la cabeza a Thomas Ince por error, ya que le quería tirar a Chaplin. Hearst habría sospechado que Davies y Chaplin eran amantes en secreto y, para vigilarlos, invitó a ambos en ese viaje en el curso del cual los encontró en una situación que los comprometía y fue a buscar su arma. Ince, despertado por los gritos de Davies, habría corrido a la escena y recibió el disparo destinado a Chaplin.
Una segunda versión ubicaba a Ince, que sufría de úlcera, en la cocina buscando algo para el dolor de estómago el domingo a la noche cuando entró Hearst y confundiéndolo con Chaplin le disparó. Otra versión hablaba de una pelea por la pistola ocurrida en la cubierta inferior entre pasajeros no identificados durante la cual se escapó un tiro que atravesó la pared de madera y mató a Ince que estaba en su camarote.
Abigail Kinsolving, la secretaria de Marion Davies, que no estaba casada, agregó en la misma época más elementos de confusión cuando dijo que ese fin de semana Ince la había violado a bordo del yate. Meses después dio a luz un bebé y murió poco después en un misterioso accidente de automóvil cerca del rancho de Hearst. El cuerpo fue hallado por dos guardaespaldas de Hearst, junto con una nota de suicidio de apariencia sospechosa, y la niña fue enviada a un orfanato con el apoyo económico de Marion Davies.
El secretario de Chaplin, Toraichi Kono, también intervino afirmándole a su esposa que había visto a Ince cuando llegaba a la costa con una herida de bala en la cabeza, que sangraba. La historia se expandió rápidamente entre los trabajadores domésticos japoneses a través de Beverly Hills hasta llegar a un punto en el cual el fiscal de San Diego se vio obligado, un mes después del hecho, a iniciar una investigación. La misma se limitó a tomar declaración al Dr. Goodman, quien explicó que una vez en tierra había tomado el tren hacia Los Ángeles junto con Ince, pero como éste se sintiera mal bajaron en Del Mar y se registraron en un hotel, desde el cual Goodman llamó a un doctor y a Nell Ince, quien aceptó viajar a Del Mar. Goodman, sin aclarar si se trataba de un ataque al corazón o una indigestión, dijo que había dejado el hotel antes de la llegada de la esposa. Con esta sola declaración el fiscal cerró la investigación.
Los rumores y las sospechas, sin embargo, continuaron expandiéndose entre la misma gente que había compartido con Ince el viaje fatal de ese fin de semana. Chaplin siempre negó haber estado allí e insistió en que había visitado, con Hearst y Davies, al doliente Ince más adelante en esa semana, afirmando que Ince había muerto dos semanas después de su visita, cuando en realidad lo había hecho dentro de las 48 horas después de haber abandonado el Oneida.
Marion Davies también hizo su contribución al misterio pues nunca reconoció que Chaplin o Goodman estuvieran a bordo ese fin de semana y también negó que se encontrara allí Louella Parsons. Davies insistió que Nell Ince la llamó tarde ese lunes a la United Studios informándole de la muerte de Ince, lo cual implicaría una premonición ya que recién falleció el martes.
Pareciera que William Randolph Hearst hubiera recompensado a Louella Parsons por su silencio. Cuando ocurrió ese viaje, era columnista de cine en Nueva York para uno de sus periódicos y después del hecho le dio un contrato vitalicio y extendió la cobertura de sus colaboraciones con lo cual floreció su legendario poder sobre Hollywood. Supuestamente también le entregó un fondo fiduciario a Nell Ince justo antes que partiera hacia Europa en retribución por su decisión de que se no hiciera una autopsia y se incinerara de inmediato el cadáver. Corrió también el rumor de que había pagado la hipoteca que pesaba sobre el departamento de Ince del edificio Chateau Elysee en Hollywood. D. W. Griffith siempre decía: "Todo lo que hay que hacer para ver a Hearst ponerse blanco como un espectro era mencionar el nombre de Ince. Hay muchas cosas raras allí, pero Hearst es demasiado grande".
En 2001 Peter Bogdanovich dirigió la película El maullido del gato (The Cat's Meow), cuya historia se basa en tales rumores. Bogdanovich afirmaba que había oído la versión del director Orson Welles que, a su vez, la escuchó del escritor Herman J. Mankiewicz. La novela publicada por Ed. Scribner en 1996, titulada Murder at San Simeon, escrita por Patty Hearst y Cordelia Frances Biddle, también se basa en el hecho.
Fotograma de El maullido del gato (The Cat's Meow, 2001) |
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