¿Hacer ver una buena vieja película a los más jóvenes? No es nada fácil... Como en otra entradas, seleccionamos tres obras accesibles a los niños y niñas entre 8 y 12 años, abarcando toda la historia del cine, entre todos los géneros y estilos. En esta ocasión las seleccionadas son: Una noche en la ópera, El guateque (The Party) y Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores.
Nunca es demasiado tarde para desarrollar los cigomáticos como un mayor. ¿A sus hijos les gusta Chaplin y Tex Avery? Va siendo hora de volver añadir una cucharada de humor absurdo en sus refrigerios cinematográficos. Desde las "tonterías" británicas de Monty Python hasta los gags, practicados en grupo por los hermanos Marx, o en solitario por Peter Sellers. También es una manera de disfrutar, en y con la familia, de una cierta poesía de lo incongruente, de la marginalidad
1 – Una noche en la ópera (A Night at the Opera, 1935), de Sam Wood
Fue la primera película de los hermanos para Metro-Goldwin-Mayer, después de su ruptura con Paramount, y la primera sin Zeppo.
Groucho y su enorme bigote, Harpo y su halo de rizos rubios, Chico y su eterno (muy) suave sombrero: cualquier cinéfilo amante de la dulce locura pasa necesariamente por los Hermanos Marx, grupo familiar especializado en los ataques cómicos del cine. Una noche en la ópera es una ruidosa y divertida e increíble comedia centrada en el maravilloso mundo del espectáculo, con secuencias antológicas (el camarote) y juegos de palabras que han pasado a la historia (la parte contratante de la primera parte). El conjunto resulta algo anárquico, pero esto no actúa en detrimento del humor de sus auténticos creadores sino que resulta totalmente coherente con el mismo, deparando una auténtica gozada.
2 – El guateque (The Party, 1969), de Blake Edwards
En El guateque, el desastre de una metedura de pata, produce nuestro mayor placer. Hablando de ataques cómicos, el héroe de esta mítica comedia es un personaje inigualable.
Sobre todo, no hay que confiar en la dulce mirada y en las sumisas maneras de Hrundi V. Bakshi, actor de tercera fila que intenta trabajar en Hollywood. La trama se complica cuando, por error, recibe una invitación a una fiesta que organiza el mismo productor de la película (cumpleaños de su esposa) y él acepta ir. Una vez dentro se verá envuelto en diversos sucesos que involucran una invasión de espuma, un elefante bebé, un camarero borracho, un pollo volador, un grupo de músicos rusos, un loro y un sinfín de situaciones disparatadas. Este sublime gafe no es otro que el actor británico Peter Sellers, cuyo genio lunático había inspirado ya en 1963 a Blake Edwards la famosísima La pantera rosa (The Pink Panther).
3 – Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores (Monty Python and the Holy Grail, 1975), de Terry Gilliam
¡Nunca volveremos a ver a la caballería con los mismos ojos!
Una mínima advertencia: Pequeña advertencia: después de esta versión completamente alocada de las leyendas de la Tabla Redonda, rodeada por seis cómplices inspirados, sus hijos nunca verán la caballerosidad la misma manera. En esta búsqueda del Santo Grial que no respeta a nada ni a nadie, los paladines "cabalgan" sin caballos, los conejos son feroces y la policía acaba por detener a todos. Si añadimos las delirantes secuencias animadas de Terry Gilliam, el único miembro estadounidense de una pandilla de locos británicos, esta parodia es una cumbre sin igual del humor absurdo, probablemente más accesible a partir de los 10 años, pero esencial para cualquier iniciación en el mundo, del humor sin sentido.
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