¿Hacer descubrir una buena y vieja película a los más pequeños? No es nada fácil... Periódicamente, seleccionamos tres obras que sea accesibles a los niños entre 8 y 12 años dentro de la historia del cine, de cualquier género y estilos. En esta ocasión, el programa seleccionado corresponde con tres películas del género western: La gran jornada, La diligencia y Caravana de mujeres.
¿Vuestros hijos sueñan con el coche del futuro? ¿Aquel que se conducirá a sí mismo mientras ellos dormitan detrás? De acuerdo, los niños de la era 2.0 soñad que queréis una vida completamente robotizada, pero mientras eso ocurre, venid a ver lo que sucedía en el salvaje Oeste americano, allí donde los caminos no estaban asfaltados, llenos de numerosos obstáculos (rocas y piedras, bandidos fuera de la ley, indios airados y perseguidores...), las ruedas de los carros de madera y los pilotos (antiguamente cocheros) borrachos. ¡Aprenderemos, mientras tanto, un poco de historia de los pioneros americanos gracias a tres westerns!
1. La gran jornada (The Big Trail, 1930), de Raoul Walsh
En medio de la crisis económica, el cine estadounidense está tratando de volver a motivar a las tropas recurriendo a su pasado reciente con historias de heroísmo y lucha feroz para conquistar una nueva libertad. Período de elección: el de los pioneros y la conquista del Oeste. Raoul Walsh sigue el largo viaje de una caravana de carretas que recorren 3.000 kilómetros desde el río Mississippi hasta California. Filmada como un documental, la película acumula multitud de aventuras. Una escena antológica: el descenso de la carretas con cuerdas a lo largo de los acantilados. Rodada en condiciones reales, la secuencia es espectacular con muchos heridos falsos y reales. ¡Garantía sin efectos especiales!
2. La diligencia (Stagecoach, 1939), de John Ford
Gran parte de la acción se desarrolla en una diligencia. Conteniendo a siete personajes: un médico alcohólico, un banquero, un jugador inevitablemente empedernido, una prostituta evidentemente con un gran corazón, un comerciante de alcohol, una joven embarazada (muy asustada), el conductor y un alguacil que debe capturar al chico malo con la vista puesta siempre en el revolver, que no es otro que Ringo Kid (John Wayne en su primer gran papel). Todo es perfecto para introducirse en un western: ataque de indios (momento de valentía), el paisaje de Monument Valley (escenario por primera vez de una película), el vaquero solitario... Y además John Ford hace una libre adaptación de la novela Bola de sebo (Boule de suif), de Guy de Maupassant (autor que había estudiado en el colegio...). Indispensable, sin duda.
3. Caravana de mujeres (Westward the Women, 1951), de William Wellman
En tiempo de la fiebre del oro (1850), miles de hombre invadieron las minas de californianas. Pero después de los primeros momentos de euforia, se dieron cuenta que estaban muy solos. Entonces hacen venir desde la costa este a unas muchachas para casarse, listas para realizar una difícil travesía con, con la única esperanza, de una foto de su prometido. Ciento cincuenta mujeres guiadas por el sexy Robert Taylor, comandante en jefe de la decena de carretas, que enfrentarán valientemente a todos los peligros. Un western femenino, este es el cambio realizado virtuosamente por William Wellman, el humanista de Hollywood. ¡Señoras pioneras, bienvenidas!
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