No son cineastas cristianos, como Robert Bresson lo fuera una vez, pero Scorsese, Giannoli o Cédric Kahn, cuya película La prière (2017) se estrena el miércoles 21 de marzo de 2017, se atreven a sugerir que el otro lado es posible. Al final del viaje: el misterio.
Ciertamente, siempre se puede contar con Martin Scorsese para respirar, incluso en sus películas superficiales y brillantes como El lobo de Wall Street (The Wolf of Wall Street, 2013), una reflexión sobre la inutilidad y el vacío de las apariencias que tanto gustan a los seres humanos. En 2016, firmó sin duda su película más ambiciosa sobre este tema, Silencio (Silence), una adaptación de Shusaku Endo que había tratado de realizar durante años, en la que afirmaba abiertamente esta vez lo sagrado como la fuente de vida -lo que no fue del agrado, incluso de sus fans-.
También de vez en cuanto encontramos algunos signos dispersos de espiritualidad en el tailandés Apichatpong Weerasethakul, autor de El Tío Boonmee que recuerda sus vidas pasadas (Lung Bunmi Raluek Chat, 2010), ganadora de la Palma de Oro, en el Festival de Cannes de ese mismo año. La historia se centra en los últimos días de la vida del personaje que da nombre a la película. Junto a su familia - incluyendo el fantasma de su difunta esposa y de su perdido hijo que regresa en una forma no-humana - Bonmee explora o recuerda sus pasadas vidas al tiempo que contempla sus vidas pasadas. En 2015 también dirigió Cemetery of Splendour, en la que la trama gira en torno a una creciente epidemia de la enfermedad del sueño donde los espíritus aparecen a los afectados y la alucinación se vuelve indistinguible de la realidad. El director afirma: "Hago películas para que los espectadores se dejen ir, se dejen llevar a otros mundos".
En Francia, la sorpresa llegó con el debut de Clément Cogitore con su Ni le ciel ni la terre (2015), fascinante y muy original dentro del panorama joven cine francés sobre un grupo de soldados en Afganistán. Cogitore es un director con un talento contrastado que sabe claramente crear atmósferas y desbloquear las fronteras entre géneros (la guerra y la fantasía, el suspense y la acción) y los centros de interés (el realismo y el misticismo). La película fue galardonada con el Premio Gan Foundation, y en 2016 con el premio al mejor estreno francés. otorgado por la Unión Francesa de Críticos de Cine, nominada para el Premio Louis-Delluc; el premio Lumière, así como al César a la mejor opera prima. Como A War (Una guerra) (Krigen, 2015) o Land of Mine (Bajo la arena) (Under sandet, 2015), Cogitore utiliza el género bélico para hablar de otras cosas. Una propuesta llena de enigmas y de una enorme fuerza telúrica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario