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Comentario: Kechiche propone en esta primera entrega de Mektoub, My Love... (que promete acabar siendo un díptico o una trilogía) una foto fija de la juventud en su vertiente más festiva y hedonista: un himno a la juventud. Bajo el sol del sur de Francia, jóvenes de ambos sexos viven plenamente su juventud. Doce años después de L'Esquive (2005), sobre la vida en un barrio parisino y los amores juveniles, donde Renoir se unió a Marivaux. Frenesí, emociones, embriaguez. Durante mucho tiempo, no habíamos visto en la pantalla tal torbellino de sensaciones.
Estamos en 1994, en la playa, en Sète. Es verano. Un grupo de jóvenes se divierten en la playa, en bares, en clubes. Tienen 20 años, vienen de todas partes, París, Niza, Túnez. Algunos trabajan en la zona, otros están de vacaciones. Las parejas se forman, se deforman, los celos se arrastran. Charlotte, la morena, se enamora y sufre, mientras que su novia, Celine, la rubia, ella saborea todos los placeres, va sin preocupaciones de un niño a una niña.
Uno de estos jóvenes es más retraído. Es Amin, un Adonis que atrae a todas las chicas, pero no duerme, aunque sueña, sin duda, seducir a Ofelia. Por desgracia, es su primo, Tony, un jinete inveterado, quien vino antes que él. El placer carnal está presente desde el comienzo de la película: Amin bicycles at Ophélie y descubre a su amigo con Tony a través de la ventana. Esta primera secuencia revela la sensualidad pechugona de Ophélie Bau (un aire falso de Claudia Cardinale). No es el único: ella y todos los demás, niñas y niños, son de una belleza luminosa, resplandeciente de la vida. Auguste Renoir, el pintor, no es mencionado por casualidad. La visión del director celebra cuerpos como diosas o dioses del Olimpo. Bajo el aparente naturalismo se esconde toda una parte mitológica...
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