domingo, 8 de abril de 2018

Biografías de cine: Gloria Swanson (IV)

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Cambio de rumbo

Había llegado el momento en que DeMille y la Swanson emprendieran caminos distintos; y en El caballero sin tacha, también se comercializó con el nombre de A los hombres (The Great Moment, 1921),trabajo bajo las órdenes de Sam Wood, director que habría de guiarla en una larga serie de diez películas. Para ésta, que se rodó de hecho antes que El señorito primavera, la Swanson exigió que su nombre apareciese antes el título, y el guión fue escrito pensando especialmente en ella por Elinor Glyn, especializada en historias pasionales ambientadas en la alta sociedad.
En sus posteriores películas con Sam Wood, la Swanson osciló entre la abnegación y el sufrimiento de Bajo el látigo (Under the Lash, 1921), los problemas de difícil solución de Estrategia femenina (Don't Tell Everything, 1921), una relación extramarital con Rodolfo Valentino en Más fuertes que su amor (Beyond the Rocks, 1922), y la comedia ligera a la francesa, ejemplificada por La octava mujer de Barbazul (Bluebeard's Eight Wife, 1923).
Gloria Swanson y Rodolfo Valentino en Más grande que su amor
(Beyond the Rocks, 1922)
Para entonces se había convertido en la máxima estrella de la Paramount; y, en 1923, su contrato fijó un precedente, en el sentido de que le daba derechos a elegir sus propias películas. Lo utilizó con habilidad para diversificarse como actriz e interpretar los más variados papeles. Zaza (1923), una historia "fuerte" ambientada en el mundo del cabaret parisino, se vió seguida por otras como Juguete del placer (Manhandled, 1924), en la que realizaba una brillante interpretación como una modesta vendedora que está mascando continuamente chile, y que descubre que la alta sociedad no es como ella se imaginaba. En La favorita de la legión (Wages of Virtue, 1924), la Swanson batió todas sus marcas anteriores, luciendo un vestido del que se dijo que había costado 100.000 dólares. Las tres fueron dirigidas por Allan Dwan. 
En 1925, insistió en marchar a Francia para rodar Madame Sans-Gêne en escenarios naturales y bajo la dirección de un auténtico francés, Léonce Perret. Volvió convertida en marquesa (de la Falaise de la Coudraye), pues se había casado con el marqués de dicho título. En su autobiografía, La Swanson efectuaba un terrible retrato de su aparentemente triunfal retorno a América (tras un aborto que resultó, casi mortal en un hospital de París). 
Gloria Swanson en Madame Sans-Gêne (1925)
No obstante, la película tuvo mucho éxito, y se convirtió en otro de los grandes hitos de su carrera. Tras cuatro título más dejó la Paramount y creo su propia productora (con la ayuda de Joseph Kennedy, padre de los Kennedy, que era por aquel entonces su amante). Inició sus actividades como productora con El amor de Sonia (The Love of Sunya, 1927), que no tuvo demasiado éxito, y La reina Kelly (Queen Kelly, 1928), que no llegó a terminarse nunca, debido a las extravagancias de Stroheim y a la inoportuna llegada del sonoro.
No obstante, las dos películas siguientes fueron éxitos clamorosos: en el drama La frágil voluntad (Sadie Thompson, 1928), dirigida (y también actuaba) por Raoul Walsh, interpretaba a una prostituta de los trópicos, y fue su última producción muda, mientras que, en La intrusa (The Trespasser, 1929), escrita y dirigida por Edmund Goulding no sólo habló, sino que cantó y fue nominada al Oscar como mejor intérprete femenina. 
Gloria Swanson y Raoul Walsh en La frágil voluntad (Sadie Thompson, 1928)
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