Entre los primeros europeos que invadieron Hollywood durante la era del cine mudo se encontraba el húngaro Paul Fejos, un hombre que se dedicó a simultáneamente a dos carreras, la de científico renombrado y la de admirado director de cine.
Muchos de los que llegaron a Hollywood durante la era del cine silente para hacer películas adoptaban algunas señas de distinción que los diferenciasen del resto. Hubo muchos realizadores que colocaron un "von" entre su nombre y su apellido, y más de un "doctor", como por ejemplo un joven húngaro llamado Paul Fejos.
En la Meca del Cine todo el mundo era sospechoso de engaño y fraude, y los títulos honoríficos más, por lo que, cuando llegó a Hollywood, todo el mundo pensó que el título de doctor que anteponía a Fejos a su nombre era simplemente producto de su imaginación centroeuropea. Pero, en este caso, los escépticos no tenían razón.
Paul Fejos (derecha) con los actores de la película Broadway (1929) |
Paul Fejos había llegado a Hollywood en 1927, y a diferencia de sus compatriotas Michael Curtiz y Alexander Korda, no lo hizo directamente desde las capitales del cine europeas, sino desde el Rockefeller Institute de Nueva York, donde había pasado el período comprendido entre 1924-26, como ayudante de investigación. A lo largo de toda su carrera, Fejos saltó continuamente de sus estudios científicos al cine, combinándolo siempre que fuera posible y enriqueciendo ambos campos con su habilidad técnica e imaginación.
Fotograma de The Last Moment (1928) |
Había nacido en Budapest el 23 de enero de 1897, su verdadero nombre era Pál Fejös. Hijo de un pequeño farmacéutico que murió mientras Paul era todavía un niño. Su precoz deseo de estudiar medicina se vio imposibilitado por la guerra que pasó en el frente italiano organizando representaciones teatrales. Tras el Armisticio, se benefició de la expansión de la industria cinematográfica húngara, y, en 1920, realizó su primera película. Para 1923 había dirigido siete largometrajes húngaros, muchos de ellos "thrillers", inspirados por populares películas francesas y americanas de la época.
María, leyenda húngara (Tavaszi zápor, 1932) |
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