Diamantino (2018), dirigida por Gabriel Abrantes, Daniel Schmidt
La película, de producción franco-brasileña-portuguesa, firmada por Gabriel Abrantes y Daniel Schmidt es una alegre sátira pop en la que un famoso jugador de fútbol ve transformarse su torso. No hay que confundirse. Esta sesgo burlesco trata de los temas más serios: la crisis de refugiados, el culto a la celebridad, el ascenso de la extrema derecha... de una manera inventiva y ligera.
No es seguro de que Cristiano Ronaldo la aprecie. Quién sabe, incluso si no distraerá a la estrella del Real Madrid en su final de la Liga de Campeones ante el Liverpool el 26 de mayo. Diamantino, una estrella mundial de fútbol pierde su toque especial y acaba su carrera deshonrado. Buscando un nuevo propósito, el icono internacional empieza una odisea delirante donde se enfrenta al neofascismo, la crisis de los refugiados, la modificación genética y la búsqueda de una nueva fuente de genialidad.
La película comienza con una secuencia desconcertante donde vemos a Ronaldo, perdón Diamantino (Carloto Cotta, que compone bien el personaje, sin querer parecerse al jugador real), icono del fútbol, en el césped de un estadio grande, driblando con la pelota pegada a sus pies, y de repente hundiéndose en un mar de vapor rosado, ¡donde se mueven unos cachorros gigantes con pelos largos!
Un poco más tarde, Diamantino se encuentra en la final de la Copa Mundial 2018. Portugal es puede ser campeona, queda un minuto y el árbitro decreta un penalti. Momento de la verdad: es Diamantino quien lo tira... y falla. Comienza una caída en todos los aspectos, ya que la estrella se convierte en objeto de burla nacional, pierde brutalmente a su amado padre y tratado brutalmente por sus dos hermanas gemelas, dos crueles arpías que solo piensan en recuperar su fortuna colosal.
Un poco más tarde, Diamantino se encuentra en la final de la Copa Mundial 2018. Portugal es puede ser campeona, queda un minuto y el árbitro decreta un penalti. Momento de la verdad: es Diamantino quien lo tira... y falla. Comienza una caída en todos los aspectos, ya que la estrella se convierte en objeto de burla nacional, pierde brutalmente a su amado padre y tratado brutalmente por sus dos hermanas gemelas, dos crueles arpías que solo piensan en recuperar su fortuna colosal.
Mezcla de sátira pop, parodia "quer" y estilo James Bond, Diamantino contiene muchas peripecias, haciéndose eco de un montón de fenómenos políticos o socioculturales muy actuales. A granel: la manipulación genética, la crisis de los refugiados (¡Diamantino adopta uno!), El fútbol como una nueva estética de masas, el culto a la celebridad, la vigilancia globalizada, el ascenso de la extrema derecha... Es decir, si la película se abre de par en par, se regocija e incluso se las arregla para glorificar una vez más a su personaje de niño grande e infeliz, de una manera original. Diamantino es ingenioso, ligero y libre. Abierto a todos, aficionado o no de fútbol, hetero o no, fanático de perros o gatos...
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