Para la quincuagésima edición del Festival de Cannes, la sección paralela ha seleccionado veinte películas, de las que seis hablan español y seis la lengua de Molière. Esperados en la Croisette: Gaspar Noé, Pierre Salvadori, Romain Gavras o Philippe Faucon.
Este año no es como los anteriores para la Quincena de realizadores, por naturaleza ávida por realizar el descubrimiento de nuevos valores. Festeja su quincuagésima edición, nació en 1969, justo después del Mayo de 1968. Por otra parte, Edouard
Waintrop, su delegado general, abandonará su cargo después de casi siete años de un buen trabajo (El próximo jefe de la Quincena será Paolo Moretti).
Como para enfatizar el valor de este doble evento, la selección de 2018 que acaba de anunciarse es bastante prometedora.
Veinte películas en total. La inauguración comenzó con la obra de Ciro Guerra, Pájaros de verano, de Ciro Guerra y Cristina Gallego. Es el cuarto largometraje del realizador colombiano, autor de la afamada y multipremiada, El abrazo de la serpiente (2015). Firma con su productora y editora la singular historia de una familia indígena enfrentada a la explosión del narcotráfico, en Colombia durante la década de 1970.
Colombia, también es trasunto en Los silencios, de la brasileña Beatriz Seigner, en la que una madre llega con sus dos hijos a una misteriosa isla para huir del conflicto armada en Colombia. Sudamericana o hispanofona: parece ser la tendencia dominante de esta selección.
Así, de Jaime Rosales se presenta Petra, autor confirmado y gustosamente formalista de la nueva ola española, una tragedia protagonizada por Bárbara Lennie, que se aventura en el seno de una familia de la burguesía catalana, encabezada por un villano excepcional al que da vida el artista Joan Botey.
También a Julio Hernández Cordón, cuya Cómprame un revólver promete sacudir las conciencias, visto que se inspira según su autor, en Peter Pan, en Mad Max, en el beisbol y en el crimen organizado (sic).
Debemos citar también a la española Carmen y Lola, de Arantxa Echevarria, que debuta a lo grande con su estreno mundial en la Quincena de Realizadores con la historia de dos chicas adolescentes en un entorno tan poco permisivo con la homosexualidad como es el del mundo gitano.
Y, por último, El motoarrebatador, del argentino Agustín Toscano, narra la historia de un ladrón, quien tras golpear brutalmente a una señora mayor para arrebatarle la cartera, intenta redimir el daño que hizo. Pero su pasado de motoarrebatador lo persigue, impidiéndole comenzar una nueva vida.
Colombia, también es trasunto en Los silencios, de la brasileña Beatriz Seigner, en la que una madre llega con sus dos hijos a una misteriosa isla para huir del conflicto armada en Colombia. Sudamericana o hispanofona: parece ser la tendencia dominante de esta selección.
Así, de Jaime Rosales se presenta Petra, autor confirmado y gustosamente formalista de la nueva ola española, una tragedia protagonizada por Bárbara Lennie, que se aventura en el seno de una familia de la burguesía catalana, encabezada por un villano excepcional al que da vida el artista Joan Botey.
También a Julio Hernández Cordón, cuya Cómprame un revólver promete sacudir las conciencias, visto que se inspira según su autor, en Peter Pan, en Mad Max, en el beisbol y en el crimen organizado (sic).
Debemos citar también a la española Carmen y Lola, de Arantxa Echevarria, que debuta a lo grande con su estreno mundial en la Quincena de Realizadores con la historia de dos chicas adolescentes en un entorno tan poco permisivo con la homosexualidad como es el del mundo gitano.
Y, por último, El motoarrebatador, del argentino Agustín Toscano, narra la historia de un ladrón, quien tras golpear brutalmente a una señora mayor para arrebatarle la cartera, intenta redimir el daño que hizo. Pero su pasado de motoarrebatador lo persigue, impidiéndole comenzar una nueva vida.
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