domingo, 3 de junio de 2018

Biografías de cine: Ermanno Olmi (II)

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En 1977 Olmi rueda la película que la crítica, todavía hoy, considera su obra maestra: El árbol de los zuecos (L'albero degli zoccoli). Con esta película ganó la Palma de Oro del Festival de Cannes de 1978 y el Premio César a la mejor película extranjera. La película refleja con mirada poética y, al tiempo, realista, sin sentimentalismo, el mundo campesino, ambiente en el cual Olmi había nacido y crecido y con el que siempre se sintió ligado. Es una película intensa a la vez que reposada con un dramatismo contenido que hipnotiza.
En 1982 estrena su película Camina, camina (Cammina, cammina), una obra profundamente religiosa y anticlerical. Es una versión libérrima del episodio de los Reyes Magos, sin hacer ninguna referencia a ellos. 
Una grave enfermedad le tuvo apartado durante un largo tiempo de su actividad cinematográfica. Lo que vuelve a hacer en 1987, con Larga vida a la señora (Lunga vita alla signora!), una película de atmósfera claustrofóbica sobre unos adolescentes que se apean en una estación de tren en medio de ninguna parte. Allí los recoge un auto y son conducidos a una mansión. Los chicos son alumnos de una escuela de hostelería y han sido escogidos con ocasión de la comida de gala que celebra la anciana señora de la casa, para servir junto al avezado servicio habitual. Con la que ganó el León de Plata del Festival Internacional de Cine de Venecia.
Un año más tarde, en 1988 ganó el León de Oro en este festival -otorgado por Sergio Leone, presidente del jurado en las antípodas de su cine...-, con La leyenda del santo bebedor (La leggenda del santo bevitore), película basada en el cuento homónimo de Joseph Roth, que fue adaptado por Tullio Kezich y el propio Olmi. En la que Andreas (Rutger Hauer) es un vagabundo más de los muchos que viven bajo los puentes de París. Cuando recibe de un desconocido la suma de doscientos francos, con la única condición de devolverlos como ofrenda a la imagen de una santa, emprende un peregrinaje de carácter fundamentalmente espiritual para ser digno del favor recibido. Fábula sobre la redención y la dignidad personal. Esta película también ganó cuatro premios David de Donatello.
En 1993 rodó El secreto del bosque viejo (Il segreto del bosco vecchio), basado en un cuento de Dino Buzzati. La película está protagonizada por el actor Paolo Villaggio: Olmi rompe aquí su costumbre de recurrir a actores no profesionales o poco conocidos. Cuando el coronel Procolo abandona el ejército para hacerse cargo de unas tierras heredadas no se imagina que va a sumergirse en un mundo increíble. Duendes que adquieren forma humana, vientos que tienen personalidad, animales que conversan con los hombres… Pero pronto la envidia y la voluntad de poder corroerán el corazón de Procolo hasta planear el asesinato de su propio sobrino. Será el Bosque Viejo, con sus habitantes y rincones, lo que irá convirtiendo casi inadvertidamente el alma del coronel hasta su heroico final.
En 1994 dirigió el episodio Genesi: la creazione e il diluvio con el que la RAI participaba en un ambicioso proyecto internacional de adaptación televisiva de la Biblia.
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