Producida por Spielberg y dirigida por el español Bayona, el retorno de los dinosaurios mezcla ingredientes hollywoodianos e influencias del cine fantástico, conjugando oscuridad e infancia, temor y asombro. Una mutación atractiva. Y algunos antecedentes previos para saludarla.
Veinticinco años atrás, Spielberg, adaptando una novela de Michael Crichton, lanzó la mitológica Jurassic Park, choque de prehistoria telescópica y efectos especiales. Y ahora confía hoy este universo al español Juan Antonio Bayona, descubierto en 2007 con El orfanato, su opera prima, que fue una exitosa película de terror. Una elección sorprendente, definitivamente radical. Pero una elección decidida.
Ya, cuando en 2015, la franquicia Jurassic hizo su actualización con la extensión World en lugar de Park, Steven Spielberg deseaba que el responsable de su realización fuera Bayona. Demasiado ocupado, éste se niega y es Colin Trevorrow quien firma Jurassic World, la cuarta película de la franquicia, un gran espectáculo bastante informal y arrasadora en la taquilla. Prueba que triunfar en Hollywood, sin necesariamente llamar a un director español, que es conocido por su visiones góticas. Pero, definitivamente, ¡tenía que ser él! ¡Bayona! Y después de haber visto Jurassic World: El reino caído (Jurassic Word: Fallen Kingdom, 2018), sabemos por qué.
Ya, cuando en 2015, la franquicia Jurassic hizo su actualización con la extensión World en lugar de Park, Steven Spielberg deseaba que el responsable de su realización fuera Bayona. Demasiado ocupado, éste se niega y es Colin Trevorrow quien firma Jurassic World, la cuarta película de la franquicia, un gran espectáculo bastante informal y arrasadora en la taquilla. Prueba que triunfar en Hollywood, sin necesariamente llamar a un director español, que es conocido por su visiones góticas. Pero, definitivamente, ¡tenía que ser él! ¡Bayona! Y después de haber visto Jurassic World: El reino caído (Jurassic Word: Fallen Kingdom, 2018), sabemos por qué.
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