Eduardo Manostijeras (Edward Scissorhands, 1990). Si no la mejor
película de Tim Burton, la más conseguida en cuanto a su impacto
emocional, un auténtico cuento de hadas moderno, oscuro, melancólico,
triste y con una historia de amor imposible llevada al extremo de la
fantasía macabra entre Pinocho y Frankenstein. Clásico noventero con
romance entre los jovencitos que mejor representaban su angustia: Johnny
Deep y Winona Ryder. Una mujer mayor cuenta a sus nietos una historia. Ellos piensan que se trata de un cuento, pero en realidad está basado en una historia real. Un inventor vivía en un castillo en la cima de una colina y había creado un ser vivo llamado Eduardo. Era un joven atractivo, pero tenía un grave defecto, en lugar de manos tenía unas tijeras de metal. Tras la muerte de su creador, Eduardo se queda solo en el castillo, hasta que una vendedora a domicilio se lo lleva a su casa a vivir con su familia.
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