Entre el peplum y el spaghetti-western, ¿quién era Sergio Corbucci, cineasta desconocido del cine italiano?

Director prolífico, siempre estuvo a la sombra de los maestros del género como Sergio Leone y Sergio Sollima. Desde hace unos pocos años se ha reivindicado su nombre y su obra cinematográfica, consagrándole algunas retrospectivas, como, por ejemplo, en La Cinémathèque francesa.
Con Sergio Leone y Sergio Sollima, Corbucci es el tercer Sergio del western italiano. De él, frecuentemente no conocíamos dos de su grandes obras maestras barrocas Django (1966) -con una entrada el 6 de abril de 2016-, y El gran Silencio (Il grande Silenzio, 1968), amalgaman elementos del polar francés (así se denomina al cine policíaco galo) y de la comedia. 
Aquí, vamos a comentar cinco de sus películas menos conocidas, pertenecientes  a género muy diferentes.  

El hijo de Espartaco (Lo figlio di Spartacus, 1962)

Corbucci había colaborado en varios peplums como guionista, pero en pocos había sido acreditado, incluido éste, en el que se interesa por el hijo de Espartaco, una suerte de Robin Hood, que ataca al Imperio Romano con sus hombres. Organiza emboscadas, ocultadas su identidades bajo una especie de pasamontañas rojos. La película puede haber querido aprovecharse del éxito de la de Kiubrick, pero, en esse momento, todos los héroes de la antigüedad tenían su película. 

El monje de Monza (Il monaco di Monza, 1963)

Una adaptación de la novela Los novios (I promessi sposi, 1842), del escritor italiano italiano Alessandro Manzoni. Con el actor napolitano Toto l’acteur napolitain Toto, quien interpreta a un pícaro disfrazado de monje para poder alimentar a su docena de hijos. Una trama melodramática completamente parodiada esta injertada en esta comedia que progresa hacia el delirio absoluto y la crítica anticlerical. Es extremadamente divertida, con momentos de improvisación y, también, un gusto por el disfraz, que volveremos a encontrar en el cine de Corbucci. 

Los compañeros (Vamos a matar, compañeros, 1970)

Esta película pertenece a una serie de westerns revolucionarios escritos por Franco Solinas, el guionista de La batalla de Argel (La battaglia di Algeri, 1966), quien también trabajo para Francesco Rosi y Costa-Gavras. La revolución mexicana es presentada como una metáfora de la lucha contra el imperialismo. En ella, encontramos a Tomas Milian en el rol de un revolucionario y a Franco Nero en el de un traficante de armas de origen sueco, que acaba de prestar  ayuda a los revolucionarios sin que se pa realmente si es el dinero o el ideal político lo que que le guía. Siempre es difícil distinguir en la obra de Corbucci que es oportunismo o sinceridad. 

El abogado de paja (La Mazzetta, 1978)

Una mezcla muy original de cine negro y comedia italiana, con Ugo Tognazzi y Nino Manfredi. La Mafia napolitana, un abogado miserable que está llevando a cabo una investigación: trama de película policíaca, con muchos pasajes cómicos y un lado trivial. Corbucci dirigirá varias películas como ésta, tales como Il bestione (1974), sobre dos camioneros que se enfrentan a la Mafia, con Michel Constantin y Giancarlo Giannini. En Francia, Corbucci está catalogado como un cineasta bis mientras que en Italia era considerado como un director de película de sábado por la noche, popular, aunque a veces con grandes presupuestos y grandes actores, Mastronianni, Manfredi, Piccoli...

Donne Armate (1990)

El final de su carrera fue bastante lamentable: rueda comedias berlusconianas, que no había concebido. Su última obra es una película para televisión, la historia de una joven policía y de una activista de las Brigadas rojas bajo un complot de extrema derecha. Experimenta con un género que no le era familiar, el cine negro de acción, con disparos. Y los héroes son mujeres...