Soledades
Condición intrínseca del oficio de escritor, la soledad es uno de los temas predilecto del maestro de la angustia.
Es cuando disecciona la psique de estos seres abandonados a sí mismos, víctimas o culpables, que King está en su mejor momento. Atormentados por los fantasmas del pasado, sus personajes a puerta cerrada, geográfica o cerebral, están entre los más fascinantes de sus obras y de sus adaptaciones cinematográfica.
25.- Perseguido (Running Man, 1987), de Paul Michael Glaser
En la sociedad del futuro el concepto del concurso de televisión es llevado a un extremo cruel. Los concursantes, la mayoría prisioneros obligados a participar, deben huir de matones en un terreno restringido, seguidos por las cámaras y una audiencia sangrienta. Ninguno sobrevive para recoger el premio hasta que un hombre injustamente acusado, Ben Richards (Arnold Schwarzenegger), empieza a ganar a los asesinos y a tener el apoyo de la audiencia. Su objetivo es de desvelar la farsa y la crueldad del programa y de su presentador. El intérprete de Starky en la serie de televisión Starky y Hutch adapta a King con la sutileza de un elefante con tu-tu, y Arnold Schwarzenegger se desenvuelve como en leotardos. Una película futurista con un enfrentamiento al totalitarismo de la basura televisiva.
26.- Maleficio (Thinner, 1996), de Tom Holland
Billy es un abogado obeso que no muestra demasiados escrúpulos a la hora de aceptar clientes. Un día, mientras vuelve en coche de una fiesta acompañado de su mujer, atropella a una anciana gitana. Ésta muere y el abogado es absuelto en el juicio. Maldición... En sentido propio. El culpable es víctima de un hechizo de adelgazamiento épico. En la novela, los remordimientos y el egoísmo aislan al héroe del mundo. En la película, pasa por un mal momento... como la audiencia.
27.- Eclipse total (Dolores Claiborne, 1995), de Taylor Hackford
Dolores Claiborne es acusada del asesinato de Vera Donovan, la dueña de la casa en la que trabaja como asistenta desde hace más de veinte años. Selena, la hija de Dolores, vuelve a su pueblo natal para intentar probar la inocencia de su madre, pero allí ambas se tendrán que enfrentar a un implacable detective y a un sórdido pasado. Historia de un ama de casa solitaria. Los demás la maltratan o la creen sospechosa de la muerte. Después de Misery, Kathy Bates interpreta aquí su segunda heroína adaptada de King. Solitaria, tanto en la novela como en la película: intensa, opaca, su interpretación es el único activo de esta versión cinematográfica decepcionante.
28.- El juego de Gerald (Gerald's Game, 2017) de Mike Flanagan
Jessie (Carla Gugino) y Gerald (Bruce Greenwood) son un matrimonio maduro que viaja a una remota cabaña con la esperanza de revitalizar su deteriorada relación en un sitio apartado y tranquilo. Allí Gerald propone a su mujer un juego sexual: esposarla a la cama para incrementar las sensaciones. Pero cuando éste muere de un infarto, Jessie tendrá que luchar por su supervivencia. Su lucha por sobrevivir y sus visiones introspectivas alimentan la acción física y mental de una obra que está atascada. Menos profunda que la novela pero exitosa, esta película pone en valor a la bastante rara Carla Gugino.
29.- 1922 (2017), de Zak Hilditch
En el año 1922 un orgulloso ranchero asesina a su mujer con la ayuda de su hijo adolescente. Lo que nunca se habría imaginado es que un grupo de ratas acabaría atacándoles, llegando al punto de convencerse a sí mismo de que está siendo acechado por su esposa muerta. Cine negro, atormentad por la culpa y el remordimiento, esta adaptación exitosa de la novela homónima, crea una atmósfera inquietante, entre la oscuridad fantástica y el realismo del Steinbeck.
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