¿Ver una buena película en familia? No siempre es fácil. Periódicamente, seleccionamos tres obras accesible a los niños y a los adolescentes entre 8 y 12 años, de la historia del cine y pertenecientes a cualquier género o estilo. En esta ocasión, son tres películas donde los héroes se encogen visiblemente...
Desde el momento que luchamos por superar el 150 cm de altura: ¡pequeño pero matón! El éxito en las salas de la película de superhéroes Ant-Man y la avispa (Ant-Man and the Wasp, 2018) es la prueba: el tamaño no hace la fuerza... Empequeñecerse puede ser una fuerza, pero también una fuente de preguntas metafísicas... ¿Qué sucede en lo infinitamente pequeño y más allá? ¿Seguimos siendo humanos cuando medimos un centímetro? En Cariño, he encogido a los niños (Honey, I Shrunk the Kids, 1989), puede suceder que los niños Szalinski, empqueñecidos por su padre, sean tragados por él... ¡O como revisitar el mito del ogro en el fondo de un tazón de cereales! En las tres películas que hemos seleccionados, se hace un pequeño recorrido por las ventajas y desventajas de la reducción humana.
1.- El increíble hombre menguante (The Incredible Shrinking Man, 1957), de Jack Arnold
No vio nada, y sin embargo, esa gran nube que lo envolvió por unos minutos tendrá efectos inesperados. Scott comienza a flotar en su ropa ... En la década de 1950, Estados Unidos teme un conflicto nuclear, y Hollywood multiplica las películas donde la radiación tiene consecuencias espectaculares: hormigas, cangrejos y arañas gigantes invaden las pantallas. Jack Arnold, a su vez, invierte el proceso: su héroe se encoge y su mundo familiar se vuelve monstruoso: una gota de agua puede aplastarlo y su gato se convierte en un depredador. Esta película pone en el centro de su metáfora la inevitable pregunta que se hace el hombre frente a la adversidad: "Quién soy". La solución del protagonista es adaptarse a su nueva realidad, sobrevivir a pesar de todo. Scott Carey comprende la necesidad de trascender sus creencias, obligado a adaptar su mapa mental y enfrentarse a los peligros desde una nueva dimensión.
2.- Viaje alucinante (Fantastic Voyage, 1996), de Richard Fleisher
¡El mundo hostil puede estar cerca, e incluso dentro de nosotros! Un equipo médico miniaturizado se introduce en el cuerpo de una víctima de un ataque. El escenario, que llama a la guerra fría y la carrera por el progreso científico entre los Estados Unidos y la URSS, es bastante confuso, como en un James Bond. Pero el principal interés de la película proviene de sus decorados: el interior del cuerpo humano se asemeja a una instalación psicodélica donde el plasma está iluminado por una luz difusa y los pulmones son de un poético rosa anaranjado. Los niños lo recordarán toda su vida: los glóbulos blancos son los tipos malos que atacan las células, los glóbulos rojos, los buenos que se curan. ¡Siempre ganadores!
3.- El chip prodigioso (Innerspace, 1987), de Joe Dante
Un extraño ejemplo de remake que iguala, o quizás, supera al original. Joe Dante retoma la idea de la película de Fleischer y ¡le inyecta una buena dosis de humor! Después de una prueba científica y de un error en la manipulación, un piloto temperamental se encuentra en el interior de un pobre tipo. Aquí, el cuerpo humano se convierte en un alegre bazar de tripas en todas direcciones, de extraños líquidos y de anticuerpos agresivos (glóbulos blancos, ¡otra vez!). La aparición inesperada de un feto aporta un poco de emoción. ¡Casi esperamos que surja un Gremlin burlón entre dos vasos sanguíneos! Sagrado Joe Dante, el parásito cuyo cine americano tiende a sanar...
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