sábado, 22 de septiembre de 2018

Para ver: La sal de la tierra, un retrato de Sebastião Salgado por Wim Wenders

Wim Wenders rinde un homenaje fraternal a su amigo fotógrafo, viajero y humanista. 
Es una foto tomada por un joven Sebastião Salgado: en una mina de oro brasileña, racimos humanos, como colgados de una vid, escalan una larga pendiente con, sobre la espalda, unos sacos llenos de tierra, o de oro ¿quién lo sabe?. Podría decirse que parece una imagen extraída de Aguirre, la cólera de Dios, la película de Werner Herzog. 
Cuando Wim Wenders descubrió esta foto, hace muchos años,  la compró y busca a su autor, lo conoce y se hace su amigo. En varias tomas, con ternura, filma el rostro de su viejo compañero proyectado en sus antiguas fotografías. Para señalarnos la belleza secreta o porque descubre, de repente, ante nosotros, un detalle olvidado: ¿qué hacen, por ejemplo, estos zapatos en este puesto de ataúdes en el extremo norte de Brasil?
Ayudado por el hijo del fotógrafo, Juliano Ribeiro Salgado, Wenders sigue la trayectoria profesional de su amigo, su exilio, después de haberse instaurado la dictadura en su país natal, hasta nuestros días. 
Los álbumes se suceden, fruto de largos esfuerzos: los de América Latina, el Sahel o el éxodo forzoso de las poblaciones oprimidas... Se aprovecha de la fuerza de ciertas fotografías: Sebastião Salgado parece oponerse constantemente a la belleza de la naturaleza ante los inauditos esfuerzos de los hombres por aniquilarla. Sobre la delicada asociación que une al fotógrafo, ahora especialista en reforestación brasileña, con un grupo conocido por sus métodos antiecológicos, la película permanece en silencio. Wenders evita cuidadosamente cualquier cosa que pueda molestar. Él permanece hasta el final admirando.
La sal de la tierra (The Salt of Earth) es un documental de 2014. Fue estrenado en el Festival de Cannes 2014, en donde compitió en la categoría Un certain regard y ganó el Premio Especial. También estuvo nominado al Óscar al mejor documental largo de 20143​ y ganó el Premio del Público en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, el Premio de la Audiencia en el Festival Internacional de Cine de Tromsø, el Premio Platino a la Mejor Película Documental 2015​, y el César a la mejor película documental en 2014.

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