¿Ver una buena película en familia, todos delante de la pantalla? No siempre es fácil. El programa de nuestra selección, tres obras para niños y adolescentes de 8 a 12 años, de la historia del cine, trata sobre naves, trajes espaciales y selenitas.
Desde el principio de los tiempos, el hombre y la luna han sido una historia de fantasmas, cuentos fantásticos y conquistas que solo podían inspirar al cine. Cuando la nueva película de Damien Chazelle, First Man, cuyo estreno se espera para octubre de 2018 con Ryan Gosling como Neil Armstrong, aquí hay tres películas que son científicamente creíbles o totalmente espeluznantes.
Viaje a la luna (Le Voyage dans la Lune, 1902), de Georges Méliès
Seis valientes astronautas viajan en una cápsula espacial de la Tierra a la Luna. La primera película de ciencia-ficción de la historia fue obra de la imaginación del director francés y mago Georges Méliès (1861-1938), que se inspiró en las obras From the Earth to the Moon (1865) de Julio Verne y First Men in the Moon (1901) de H. G. Wells. Se trata de un cortometraje de 14 minutos de duración realizado con el astronómico presupuesto para la época de 10.000 francos, suponía nada menos que la película número 400 del realizador francés, y abría al mundo del cine una nueva puerta para contar historias fantásticas y de ciencia-ficción mediante el uso de trucos y efectos especiales. ¡Figura en la lista de cincuenta películas del British Film Institute que hay que ver antes de los 14 años! En 2011 la película fue reestrenada en Cannes en un programa doble junto al documental "Le Voyage Extraordinaire". La versión restaurada y en color del cortometraje de 1902 incluía además escenas extra y otra banda sonora.
Viéndola los más jóvenes aprenderán: que se trata de una de las obras maestras de Georges Méliès, el maestro de la ilusión y que conozcan al padre del trucaje en el cine, que además, fue el primero en abrir un estudio cinematográfico en Francia, en 1897.
Su película, loca (los científicos usan sombreros afilados dignos de Merlín el encantador), poética (la Osa Mayor aparece en sueños por encima de los científicos adormecidos) y visionaria (la película se realiza cuarenta y tres años antes del primer paso en la Luna de Neil Armstrong), está llena de innovaciones excepcionales para el momento, incluido el fundido en negro.
El momento que realmente no olvidarán: otra escena icónica, la del obús que se incrusta en el ojo de la Luna, los jóvenes espectadores se divertirán descubriendo la escena del encuentro de los astrónomos y los habitantes del satélite: los Selenitas, pulverizados a... paraguazos.
Con destino a la luna (Destination Moon, 1950), de Irving Pichel
El empresario Archer, el general retirado Powers y el investigador aeroespacial Anderson colaboran en la puesta en órbita de un cohete propulsado con energía atómica. Construyen la nave espacial "Luna" en una base secreta del desierto de Mojave, pero agentes de una potencia extranjera intentan sabotearles. Cuando ven peligrar la misión, deciden adelantarse a sus enemigos y despegar con destino a la Luna...
Argumentos para que la aprecien: esta película inspiró a Hergé para la realización de su cómic Objectif Lune, en particular la cuestión de la propulsión nuclear prevista para la expedición, discutida durante mucho tiempo entre el gran industrial Jim Barnes (John Archer) y General Thayer (Tom Powers), al principio de la película.
Lo que aprenderán: Precisamente, cómo se lanzará el cohete a la luna, gracias a una serie de explosiones. En la película, el fenómeno científico se explica al equipo de eminentes investigadores que participarán en la preparación de la expedición a través de una pequeña película de animación cuyo héroe es el famoso pájaro carpintero el Pájaro Loco (Woody Woodpecker en el inglés original). Un paréntesis ultra pedagógico que permite a todos comprender el principio de acción-reacción y el de la compensación de la fuerza gravitatoria. Ideal para despertar vocaciones de futuros empleados de la NASA ...
El momento que realmente les gustará: Después del alunizaje, el equipo aprende que debe aligerar el cohete al máximo para regresar a la Tierra. Después de liberar un máximo de material, todavía hay cincuenta libras suplementarias. Mientras se inicia una carrera contra el tiempo, surge la pregunta de dejar a un hombre en el lugar...
La gran sorpresa (First Men in the Moon, 1964), de Nathan Juran
Un equipo de astronautas estadounidenses que están inmersos en los preparativos de un viaje a la luna se quedan confundidos y muy intrigados cuando un hombre asegura que él, su novia y un científico viajaron a la luna 65 años antes y fueron atacados por los “selenitas”, unas criaturas extrañas mitad hombre, mitad hormiga que viven en enormes cavernas de cristal. Basada en la famosísima obra de H.G. Wells, La guerra de los mundos.
Argumentos para que la aprecien: El argumento para hacerlos querer: Esta Luna, con maravillosos paisajes, esconde toda una civilización poblada por selenitas que parecen insectos humanoides y monstruos extraordinarios, todos creados por el famoso diseñador de efectos Ray Harryhausen.
Lo que aprenderán: mucho antes del advenimiento de lo digital, Ray Harryhausen había desarrollado una técnica de animación que permitía ver en la pantalla interactuar a los actores con criaturas fantásticas, incorporando a esta últimas, fotograma a fotograma, con tomas reales. Un proceso artesanal y revolucionario en su época. El antepasado de los fondos verdes y los ordenadores...
El momento que realmente les gustará: a diferencia de la película de Irving Pichel, Con destino a la luna, que se basa en hechos científicos, la propulsión de este hermoso transbordador espacial, aquí es totalmente inverosímil: Es gracias a un material creado por el profesor Cavor que permite superar la gravedad que el equipo de alegras exploradores, más o menos voluntarios, atravesarán el tejado de una casa para ir a la Luna.
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