¿Sin alcohol, la fiesta es más loca? En el cine, en todo caso, puede ocurrir. La prueba, tres películas de universitarios con algunas de las fiestas más memorables. Porque ver una película en familia, no es siempre fácil, seleccionamos tres obras accesibles para niños y adolescentes de 8 a 12 años, pertenecientes a cualquier género y estilo de la historia del cine.
Por supuesto, pensamos en los mitos del género: en Fiebre del sábado noche (Saturday Night Fever, 1977) y como movía las caderas John Travolta; en Grease (1978) y en el tupé engominado de John Travolta; en La fiesta (La Boum, 1980) y los ojos demasiado azules de Pierre Cosso, o también en Dirty Dancing (1987) y las piruetas llenas de testosterona de Patrick Swayze... El cine siempre ha amado la música. Para recordar a los niños que no solo hay hilo dental en la vida, aquí hay una selección de tres películas universitarias con fragmentos de fiestas reales que permiten mover el trasero al tiempo que reflejan el significado de la existencia, nuestro lugar en el universo, y la fuerza del destino... En resumen, lo suficiente como para recoger algunas lecciones sobre la vida...
1.- Todo en un día (Ferris Bueller's Day Off, 1986), de John Hughes
Brevemente: Un joven de 17 años decide disfrutar de unas vacaciones anticipadas aprovechando la ausencia de sus padres. Prepara minuciosamente un día dedicado enteramente a hacer todo lo que normalmente no puede hacer. Para ello contará, por supuesto, con la compañía de su mejor amigo y de su novia.
Ideas para apreciarla: ¡Hola, chicos, era la película de culto de vuestros padres cuando tenían vuestra edad! Oh no, con esta reflexión, no creemos que sirva para motivarles...
Lo que aprenderán: Para los niños, esta Todo en un día, que data de 1986 -es decir, 30 años que videojuego Fortnite-, puede ser considera como una especie de "clásico". Por un lado, conocemos la sociología de una época, su brillante espíritu, su despreocupación, su materialismo - el cuarto personaje principal de la película es un Ferrari rojo-. Especialmente, después de películas como El club de los cinco (The Breakfast Club, 1985) y La chica de rosa (Pretty in Pink, 1986), John Hughes completaria la trilogía que se convertiría en la referencia absoluta de las películas de adolescentes. El personaje de Ferris Bueller (Matthew Broderick) se dirige directamente al espectador y le propone una serie de trucos y consejos para salir sin permiso sin que te pillen: mensajes telefónicos pregrabados, maniquíes en la cama... Lejos de ser la obra del siglo, Todo en un día forma parte indiscutible de la cultura popular: inspiró la serie Parker Lewis nunca pierde (1990-1993), sus escenas de culto son reproducidas en otras películas, series y dibujos animados.
Un momento a destacar: Cuando Ferris recorre bailando una avenida de Chicago con Twist and shout, con motivo del desfile por el Von Steuben Day (una suerte de festival de la cerveza americano-alemán). Una secuencia de pura magia pura ¡extremadamente salvaje!
2.- Peggy Sue se casó (Peggy Sue Got Married, 1986), de Francis Ford Coppola
Brevemente: Peggy Sue (Kathleen Turner) es una mujer de mediana edad que está deprimida por la reciente separación de su marido (Nicolas Cage). En la fiesta del veinticinco aniversario de su graduación escolar se reúne con sus viejos compañeros de estudios que cuentan cómo les ha ido la vida. Cuando recibe el premio de reina de la fiesta, Peggy sufre un desmayo y misteriosamente despierta en el mismo lugar pero 25 años antes. Sirviéndose de la experiencia adquirida con el tiempo, intentará cambiar los errores cometidos.
Ideas para apreciarla: Descubrir las extrañas costumbres de los adolescentes de la década de 1960. Para lucir genial, hay que llevar calcetines blancos, vestidos de novia plateados llenos de volantes, y flores en los ojales. En los bailes, el pináculo del bombo estaba en dar vueltas como un poseso. Ustedes también pueden bailar rockabilly en sus casas.
Lo que aprenderán: Esta encantadora pero menor realización de Coppola, película de encargo para pagar las deudas contraídas con los fracasos de sus películas precedentes, permitirá a los más jóvenes aprender conceptos no evidentes para su edad, como la nostalgia o el determinismo. ¿Podemos cambiar el rumbo de nuestra existencia? Y, sobre todo ¿es deseable?
Un momento a destacar: Cuando Peggy Sue, durante un examen de matemáticas, le entrega una copia en blanco al profesor y le responde: "Sé que en el futuro, el álgebra no me ayudará".
3.- El novato (Le nouveau, 2015), de Rudi Rosenberg
Brevemente: Benoit, un chico de catorce años, ha dejado el campo para mudarse a París. Su primer día en el colegio resulta ser más difícil de lo que esperaba, y pronto se siente aislado. Hasta que un día, Johanna, una nueva compañera sueca, llega a la clase. Benoit decide organizar una fiesta en casa, pero solo aparecen tres personas... una discapacitada, Aglaée, el rarito, Joshua y el empollón, Constantin...
Ideas para apreciarla: La primera película de Rudi Rosenberg es una de las escasas películas de adolescentes a la francesa. Y, sobre todo, una de las más exitosas. Más sutil que L’Elève Ducobu (2011), menos boba que Bienvenido al mundo de LOL (LOL [Laughing Out Loud), 2008)], más inofensiva para la audiencia que La fiesta (La Boum, 1980) -bueno, que la canción Dreams are my reality), que rima retórica con melancólica, ligereza con aspereza . Soledad en la cantina, niña bonita que ya no te mira, momentos de bochorno e incomodidad con el grupo... Esta delicada crónica infantil explora, con mucha sensibilidad, el universo de un chico tímido, que no sabe demasiado como presentarse ante los demás, en una edad donde, para existir, vale más ser el más popular del patio de recreo. Por qué anticipar -y desdramatizar-, la ingrata edad de la preadolescencia.
Lo que aprenderán: No trates de ser popular a toda costa. Formar parte de un coro de marginados pude ser supergenial, sobre todo cuando tienes la posibilidad de masacrar una canción completa de David Guetta. Para ser feliz, no hace falta gran cosa: tres flautas dulces, unos colegas y las hormonas revueltas.
Un momento a destacar: descubrir que podemos hacer una fiesta con cinco y divertirnos como enanos, aunque al principio tuviéramos que ser treinta...
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