miércoles, 24 de octubre de 2018

De La señora Doubtfire a Captain Fantastic diez películas en las que los padres tienen la custodia, o no (I)

En Nos Batailles (2018), Romain Duris encarna con fuerza a un padre recientemente soltero, el último de una larga lista de progenitores solitario. Viudos o simplemente divorciados, irresponsables, austeros, malhumorados, tiernos o iluminados: los padres, esos (anti)héroes en diez películas monoparentales. 

1.- Marius (1931), de  Alexander Korda

Cesar, viudo reina, refunfuñando detrás de su mostrador en el bar de la Marine, en el antiguo puerto de Marsella. Sus problemas con su única descendencia, Marius, enamorado de los viajes y las aventuras, y de Fanny, ha sido durante mucho tiempo parte de la mitología cinematográfica. En la famosa trilogía francesa escrita por Pagnol, Raimu retomó su papel de César y su "hijo" Pierre Fresnay repitió el suyo. Pintoresco pintoresco y emociones modestas garantizadas. Primera entrega de la conocida "trilogía marsellesa" de Marcel Pagnol: Marius (1931), Fanny (1932) y Cesar (1936). Una de las parejas, padre-hijo, más antigua del cine, pero no la menos divertida. 

2.- Kramer contra Kramer (Kramer versus Kramer, 1979), de Robert Benton

¿Prefieres au papá o a tu mamá? ¿Dustin Hoffman o Meryl Streep? Enfrentándose a esta espinosa elección, Kramer junior  se queda con un Kramer absolutamente abandonado (en el auténtico sentido del término). Deberes, pañales, comidas calientes y fin del antiguo esquema patriarcal: es un Dustin Hoffman que derrama encanto, pero torpe e inexperto, que debe aprender todas las tradicionales tareas femeninas. Historia del aprendizaje de las labores hogareñas (incluida la ropa sucia), esta crónica neoyorquina es, todavía hoy, el modelo de las películas sobre "divorcios". 

3.- Tres solteros y un biberón (Trois hommes et un couffin, 1985), de Coline Serreau 

Con Michel Boujenah, padre moderno, gallina clueca, braguitas, piel suave, farmacia... ¿Qué puede ser más divertido que un hombre intente cambiar un pañal? Tres hombre que tratan de calentar un biberón. Burlándose de los prejuicios de la época (claramente estamos en los años 1980, la crianza no era aún muy masculina), Coline Serreau consiguió una buena comedia, y uno de los éxitos más populares del decenio. Los compañeros de piso André Dussollier, Roland Giraud y Michel Boujenah heredan también al bebé voluminoso, y un poco de madurez... Tres papás por el precio de uno ¿Quién da más?

4.- Señora Doubtfire, papá de por vida (Mrs Doubtfire, 1993), de Chris Columbus

Otro divorciado (o a punto de serlo). Pero este es de la especie fantasiosa e inventiva. Loco por sus tres hijos, Daniel ha encontrado el modo de colarse en casa de su ex de incógnito: con peluca, maquillado, vestido, se disfraza como una matrona británica, se convierte en la niñera de su propia progenie. Una oportunidad, para el fallecido Robin Williams de dar una medida completa de su talento cómico y transformista, en un papel a medio camino entre Mary Poppins y Tootsie.

5.- Algo para recordar (Sleepless in Seattle, 1993), de Nora Ephron

Tom Hanks es viudo, por lo tanto un padre soltero, pero no por mucho tiempo. Sus confidencias, y las de su hijo, en directo en la radio de Seattle, donde deprimido, hace que la mitad de los oyentes americanos se  emocionan. Incluyendo a Meg Ryan, al otro lado del pais, dispuesta a todo para consolar a este adorable padre coraje. Nora Ephron (la guionista, entre otras, de la deliciosa [Cuando Harry encontró a Sally (When Harry Met Sally, 1989)], no escatima en agua de rosas en esta famosa comedia donde el hijo es sobretodo un accesorio conmovedor, un arma de seducción masiva. 
(cont.)

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