La casa de Jack (The House That Jack Built, 2018), una reflexión sobre el mal, realizada por Lars von Trier, con la violenta inmersión artística en la cara oculta de lo humano.
Estados Unidos, década de 1970. Seguimos al brillante Jack durante un período de 12 años, descubriendo los asesinatos que marcarán su evolución como asesino en serie. La historia se vive desde el punto de vista de Jack, quien considera que cada uno de sus asesinatos es una obra de arte en sí misma.
Una película que opera a dos niveles totalmente transparentes: uno puramente ficticio (y sin duda molesto para muchos) centrado en las actuaciones de un asesino en serie desprovisto de la mínima empatía e impulsado en la espiral fría y sádica de su adicción, y otro que evoluciona en la reflexión metafísica (una capa que también tendrá sin duda sus detractores) sobre el mal en general y la creación en particular.
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