Películas que nos hacen sentir bien: Ocho películas que infunde optimismo (II)

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Los nombres del amor (Le nom des gens, 2010), de Michel Leclerc 

El padre de ella es argelino; la madre de él es judía. Ella es un espíritu libre, él tiene una mente cuadriculada. Ella es provocativa y desvergonzada, él es discreto y, desde hace años, vive abrumado por un gran sentimiento de culpa. Ella es promiscua, él es hombre de una sola mujer. Baya Benmahmoud y Arthur Martin son dos personas antagónicas, pero cuando Cupido entra en juego, la lógica salta por los aires. Bajo su manto de ligereza y su tono de comedia romántica light, esta curiosa película se atreve a pegarle un mordisco a la sociedad francesa...

Discount (2014), de Louis-Julien Petit 

Comedia social sobre los empleados de un supermercado de du Nord-Pas-de-Calais que, para luchar contra la implantación de cajeros automáticas que amenazan sus puestos de trabajo, crean clandestinamente su propia tienda alternativa, para la que retoman productos que se habrían desperdiciado. Debido a que reaccionan juntos, esa desesperación social genera el humor de la resistencia y que siempre hay un sistema alternativo con el que  enfrentarse a la miseria común. La fraternidad del proletariado todavía existe en el cine, sin fecha de caducidad.

Samba (2014), de Eric Toledano y Olivier Nakache 

Hace diez años que Samba llegó a Francia desde Senegal, y desde entonces ha tenido varios empleos humildes. Alice es una ejecutiva que está pasando una mala racha y sufre de agotamiento. Ambos luchan por salir de su particular laberinto. Mientras Samba está dispuesto a hacer lo que sea necesario para conseguir los papeles, lo que Alice intenta es recuperar su vida. Al final, el destino hace que sus caminos se crucen. Los directores de Intocable (Intouchables, 2011), protagonizada también por Omar Sy, vuelven a contar una historia sobre dos extraños que podrían encontrar juntos la senda de la felicidad. Todas las películas del duo de C'est la vie (Le sens de la fête, 2017) hablan más o menos de una sociedad del compartir y de la mezcla ys una sociedad más feliz. La escena que podría resumir esta filosofía social se encuentra en Samba, durante una noche de gala en la pequeña cocina de la asociación que ayuda a los inmigrantes indocumentados: tres inmigrantes y cinco voluntarios discuten, confían y cada uno emite un deseo. Marcelle (Hélène Vincent) sorprende a todos al citar a Bob Marley. Entonces todos empiezan a bailar Waiting in vain. ¿Esperar en vano? Va ser que no...

Mañana (Demain, 2015), de Cyril Dion y Mélanie Laurent

Tras la publicación de un estudio que anunciaba la posible desaparición de parte de la humanidad en 2100, Cyril Dion y Mélanie Laurent y un equipo de cuatro personas visitan diez países para investigar las causas de la catástrofe y, sobre todo, la forma de evitarla. Durante su viaje, se encuentran con pioneros que reinventan la agricultura, la energía, la economía, la democracia y la educación. Terminado su trabajo, empiezan a vislumbrar la posibilidad de que surja un nuevo mundo: el mundo del mañana. "¡Podemos hacerlo!", un eslogan que infunde la película cabo a rabo..