Recordando a Balto: La leyenda del perro esquimal (Balto, 1995), de Simon Wells, es un ocasión propicia para descubrir a los niños y preadolescentes a Tim Burton, Conan Doyle et Wes Anderson. Porque ver una película en familia delante de la pantalla no siempre es fácil. Periódicamente, rebuscamos obras adecuadas para toda la familia de la historia del cine, pertenecientes a cualquier género y estilo. Esta vez, le toca al mejor amigo del hombre...
1.- El perro de Baskerville (The Hound of the Baskervilles, 1959), de Terence Fisher
El argumento resumido: Desde el siglo XVII, sobre los Baskerville pesa una maldición que ha traído muerte y desgracias sin cuento a las sucesivas generaciones de la familia. Cuando Sir Charles Baskerville aparece muerto en los páramos, Sherlock Holmes sospecha que el único miembro de la familia que permanece vivo, Sir Henry, será la siguiente víctima, pero no a causa de la maldición, sino debido a la ambición de alguien que saldría muy beneficiado de su muerte. El famoso detective sabe que debe descubrir al asesino antes de que sea demasiado tarde.
A destacar: El perro de Baskerville se parece perro de algunas de nuestros familiares, ese que causa estragos en el salón en cada una de sus visitas, y del que papa dice siempre: "tu perro es demasiado grande para los pisos actuales. Pobre animalito..." ¿Por cierto, no está tu perro actuando en la película?
Lo que aprenderán: que Sherlock Holmes ha existido antes que Benedict Cumberbatch e incluso que es un libro que escribió un tal Arthur Conan Doyle y puede ocurrir que ellos se interesen, le interese leerlo y lo pidan como regalo para los próximos Reyes Magos.
Que el mundo de los escritores se encuentra con otro biotopo 100% británico, el de las películas de Hammer, unos ingleses muy chic que ruedan las películas de terror en un encantador estudio a orillas del Támesis. Además, el último Baskerville, ¡es Drácula! ¡Qué podemos maquillar a un perro! Elemental, querido Watson.
El momento que les gustará: El desenlace, engañoso y tranquilizador: ningún misterio resiste el espíritu agudo, intuitivo y cartesiano del detective. Es relajante, un mundo donde todo se explica. Se llama la infancia.
2.- Frankenweenie (2012), de Tim Burton
El argumento resumido: Tras las inesperada muerte de su querido perro Sparky, el joven Victor aprovecha el poder de la ciencia para devolver a su mejor amigo a la vida - con algunos ajustes menores. Intenta esconder las costuras caseras de su creación pero cuando Sparky salga, los compañeros de Victor, sus profesores y la ciudad entera aprenderán que conseguir una nueva correa que lo agarre a la vida puede ser monstruoso.
A destacar: Tim Burton, Tim Burton, Tim Burton… Repita tres veces en voz alta este nombre mágico y sus hijos se pegarán a la pantalla, salivando ante la promesa de un universo asombroso y gótico. Si este encantamiento no funciona, es que usted no ha educado bien a sus hijos. Entonces será necesario especificar: "Si, ya sabes, el tipo que ha hecho La novia cadáver, Mmars Attacks!
Lo que aprenderán: Primero, a resucitar a un animal muerto. Si las patas desaparecen de la nevera, usted sabrá por qué. Si el experimento tiene éxito, una criatura puede esperarte en la sala de estar…
Posiblemente la existencia de Baron Frankenstein, el primo de la ficción y el origen de esta Frankenweenie, debería llevarnos a Mary Shelley y quizás a Boris Karloff, incluso a Gene Wilder en El jovencito Frankenstein (Young Frankenstein, 1974). Si se pica el anzuelo, hay suficiente para pasar el invierno y aprender a tolerar a quienes no son como nosotros (los que no tienen tornillos a altura de la sien)
El momento que más les gustará: la clase de física del Sr. Rzykruski (en versión original, la voz de Martin Landau, si lo desea), el profesor de ciencias que describe con el acento de los Cárpatos "las escalas invisibles" que conectan el cielo con el suelo en caso de tormenta. En términos más generales, la composición de la clase: cree un cuadro congelado y pregúnteles a sus hijos a quién los "fanáticos" de la película les hacen pensar entre sus compañeros de clase. Si los chicos se ruborizan ante la presentación de Elsa van Helsing, es porque una "gótica" ha encantado sus corazones...
3.- Isla de perros (Isle of Dogs, 2018), de Wes Anderson
El argumento resumido: una epidemia de gripe canina se abate sobre Japón. El alcalde una importante metrópolis ordena la deportación de todos los perros a una isla próxima, el vertedero público. La rebelión contra el alcalde la encabeza un estudiante americano mientras que un joven japonés viaja a la isla para recuperar a su animal de compañía. Va a ser ayudado por un jauría de perros liderados por el Jefe...
A destacar: ¡hacerles que creer que se trata de una película de Miyazaki! El mismo tratamiento de la naturaleza idílica o llena de peligros. El mismo empleo de los momentos de silencios para conseguir rupturas del ritmo. Y la misma empatía por sus personajes infantiles más maduros que los adultos.
Lo que aprenderán: Cómo se construye insidiosamente un régimen totalitario. Las diversas etapas que conducen a una dictadura: la toma del poder de un tirano mentiroso, la falsificación de elecciones, la separación de un grupo acusado de todos los males: aquí los perros, en otros lugares, judíos u homosexuales... Pero también aprenderán a luchar contra el totalitarismo: por iniciativa personal, luego por la ayuda mutua y, por supuesto, por amor.
El momento que más les gustará: todos los detalles y mecanismos ingeniosos, desde el contenedor sobre la polea para acceder a la isla basurero al avión casero del héroe. Y las escenas de lucha entre los perros con las orejas arrancadas.
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