¿Descubrir una vieja y buena película a los más pequeños? No siempre es fácil... Por eso, periódicamente seleccionamos tres obras accesibles de la historia del cine para los niños y adolescente entre 8 y 12 años, de cualquier género y estilos conocidos. En esta ocasión: ¡el pura sangre, el semental, la bestia de la carga!
Los equinos, no sólo los ponys, tienen un lugar de privilegio en la imaginación juvenil, cerca del delfín o la jirafa. Películas juveniles con caballos, no faltan. El género está abierto a toda clase de sensiblerías al trote o al galope, incluso las que chorrean buenos sentimientos sobre el aprendizaje de la vida. Para evitarlos, no hay nada como un antiguo principio hogareño: ¡lo que gusta a los niños también debe complacer a los padres! Aquí está nuestra triada ganadora.
1.- Escapada al sur (Into the West, 1991), de Mike Newell
Es un poco como si Charles Dickens y Ken Loach se estrecharan la mano gustosamente. Ayudado por un sólido guión de Jim Sheridan, autor también de Mi pie izquierdo (My Left Foot, 1989) y un gran reparto de adultos (Gabriel Byrne, Ellen Barkin, etc), este dura historia narra el largo viaje de dos jóvenes hermanos, sobre un magnífico caballo blanco, desde un miserable barrio de Dublín hasta la mística costa de Connemara. La policía está pisándole los talones, y su padre, el ex nómada convertido en sedentario, que se ha hundido en alcohol, pero resurge por el amor a sus hijos. Entre lo real y lo maravilloso, la esperanza y la obsesión, la película exalta la riqueza y el tormento de los tinkers, un grupo nómada de origen irlandés que a lo largo del tiempo ha desarrollado una cultura y un lenguaje diferenciados irlandés, mientras celebran de una manera desgarradora la resistencia de un niño.
2.- Zaïna, cavalière de l’Atlas (2005), de Bourlem Guerdjou
Sobre Pura sangres y persecuciones, sobre la aventura en las montañas del Atlas, sobre el amor paternal y sobre melodrama ¿Hay algo mejor? Esta pequeña joya no muy conocida será capaz de deleitar a toda la familia. Mustapha, un criador de caballos, entrena a su pequeña y rebelde hija Zaïna, que ha renegado con anterioridad de su madre, y que quiere escapar ahora de su tutor, el tiránico Omar (Simon Abkarian). Durante el largo y peligroso viaje hacia la ciudad de Marrakech, padre e hija, inicialmente enfrentados, aprenden a conocerse gracias al caballo, objeto de culto y comunicación. Este suerte de western arabe, simple y directo, golpea con su lirismo desenfrenado, asociado a la belleza de los paisajes, áridos o cubiertos de nieve. Sami Bouajila, formidablemente digno, da la impresión de haber nacido jinete. La carrera final del Agdal, objetivo del viaje, es espectacular y hará las delicias de los fanáticos del arte ecuestre. Bourlem Guerdjou es capaz de hacer llorar a las piedras. Padres e hijos, ni hablarán de ello.
3.- Caballo de batalla (War Horse, 2012), de Steven Spielberg
¿Mostar una película de guerra a los más pequeños? No es nada fácil. Felizmente, existe Spielberg. Adaptando la novela de Michael Morpurgo, reunió su preocupación por la juventud y su sana determinación de creer en la humanidad a pesar del horror (ver La lista de Schindler). El que revela a esta humanidad tiene esta vez cascos y belfos: es un hermoso semental castaño, comprado a un precio exorbitante por un granjero borrachín y cabezota, que posteriormente será requisado por el ejército ingles para ir a la guerra de trincheras, de un campamento a otro. Enfrentándose a este destino, el caballo, Joey, durante la carnicería de la I Guerra Mundial, es atrevido y afortunado. Bestia de carga que arrastra armas pesadas o monturas fiel, el animal plantea con su única presencia el tema de la barbarie. La secuencia más dura de este cuento familiar es ciertamente aquel en el que se ve atrapado en un cercado de alambre de espino, en medio de un campo de ruinas. Hermoso momento de suspense.
No hay comentarios:
Publicar un comentario