Desde Pánico en la ciudad (Peur sur la ville, 1975) a Lolita de Adrian Lyne (Lolita, 1997), cinco temas poco conocidos compuestos por Ennio Morricone. ¡Ver una película por su banda sonora! En esta ocasión, hemos seleccionado cinco obras, westerns excluidos, para ilustrar una retrospectiva dedicada al compositor italiano.
1.- Cinema Paradiso (1989), de Giuseppe Tornatore
Cinema Paradiso se destaca como la colaboración fundacional entre Tornatore y Morricone. Al final de la película, en una sala de proyección, Jacques Perrin descubre, en trozos de celuloide, de escenas de abrazos y besos, una vez cortadas por el proyeccionista de su infancia (Philippe Noiret), por razones de censura. El tema lírico de la música, coescrito por Morricone y su hijo Andrea, simboliza la transición entre el viejo proyeccionista y este pequeño niño que se convirtió en cineasta. Dos generaciones, como Morricone y Tornatore, el segundo que entró en la vida del primero, cuando Sergio Leone (1929-1989) desapareció.
2.- Pura formalidad (Una pura formalità, 1993), de Giuseppe Tornatore
La partitura de esta película es muy tensa, aguda, con un agitato para violinista solista y orquesta de una modernidad frontal, muy virtuosamente rítmica. Pero también hay un título interpretado por Gérard Depardieu, en conclusión de la película: Ricordare. Después de una hora y cuarenta minutos de alta tensión, esta canción trae una sensación de calma, de elevación. Dramáticamente, ella dice lo que no vemos en la imagen: el paraíso simbólico de Onoff, el personaje de Depardieu.
3.- Pánico en la ciudad (Peur sur la ville, 1975), de Henri Verneuil
Entre las partituras francesas de Morricone, Pánico en la ciudad es un "monumento" de gran audacia estética para una película de sábado por la noche: un ostinato en el piano en el grave, una melodía silbada, golpes agudos, una parte central disonante a la armónica, que refleja el caos mental del asesino psicopático cazado por Belmondo. Este tema ha impresionado tanto a Alexandre Desplat que ha escrito un arreglo original para el Traffic Quintet
4.- El trío infernal (Le trio infernal, 1974), de Francis Girod
El trío del título se deshace de un cadáver (Andrea Ferreol en un papel de descomposición) disolviéndolo en una bañera llena de ácido sulfúrico, y luego descuartizándolo. Para esta secuencia, Morricone toma el partido por la bufonada, con una canción titulada Requiem al ácido sulfúrico, en contrapunto total a la situación en la pantalla. Estéticamente, es una mezcla de Rossini y Mozart, imbuida de gran ironía, con un pequeño grupo vocal femenino. Sin música, el hiperrealismo macabro produce náuseas. Con la música, sonríes. Aficionado al humor negro, Morricone ha aceptado trabajar con Girod especialmente por esta escena alucinógena.
5.- Lolita de Adrian Lyne (Lolita, 1998), de Adrian Lyne
Entre las partituras menos conocidas de Morricone, está esta colaboración fugaz con el cineasta de Flashdance. Para traducir la sensualidad y el conflicto, Morricone firma un tema de una impresionante belleza armónica, que le da un sentido del tiempo suspendido, con un instrumento que rara vez usa, la armónica de cristal, cuyas vibraciones de vidrio han seducido a Nino Rota en el Casanova de Fellini. Michel Legrand siempre dice: "Cuando el punto de vista del compositor es correcto, es imposible imaginar la película con otra música". Ese es exactamente el caso, y mucho más, con Lolita.
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