En los tiempos remotos de la era precolombina, dos niños indígenas tratan de salvar su mundo en peligro. Una fábula extraordinaria realizada por Juan Antin. Sin estrenar en España.
Érase una vez, un niño adorable de las montañas de los Andes, hace mucho tiempo. Excepto que Tepulpai no tiene nada de una imagen fija en el tiempo: es tan tierno y turbulento que parece más cercano que muchos héroes de la animación contemporánea. De aspecto redondeado y ojos almendrados, este joven aventurero de la era precolombina es perfecto solo gráficamente: una maravilla de colores, piel de chocolate caliente, gorra azul noche con un toque de verde suave que combina con su túnica. Para el resto, es un niño como los demás, el que sueña, que se equivoca y que desobedece.
Esta fábula se abre con una de sus hazañas, y no la menos importante: trepar y escalar la cima de una montaña, justo por encima de su pequeña y alegre aldea, Tepulpai trata de arrancar una de las plumas negras de un pájaro sagrado, el gran cóndor. Quiere quemar etapas, para convertirse en adulto, ayudar al chamán de su pequeña comunidad, todo sin molestarse en crecer antes. En cuanto a su amiga Naïra, todo en rosa brillante, verde lima y pequeños trenzas marrones, es lo opuesto: la obediencia y la sabiduría encarnadas. Para demostrar su devoción a Pachamama, la diosa madre, estaría dispuesta a sacrificar lo que más quiere...
Edén agrícola
Pachamama, una entidad invisible, madre nutriz del principio de toda vida, reina sobre la película. Ella está en todas partes sin jamás encarnarse, y conecta, suavemente, una vieja espiritualidad con nuestras preocupaciones ecológicas de hoy. Entre la gente de Naïra y Tepulpai, se respeta la tierra, tanto benevolente como terrible, y la tierra los hace sentir bien. Esta película animada del argentino Juan Antin (producido en Francia) se abre en un eden agrícola exuberante e ingenuo, saturado de colores suntuosos, suavizado por curvas femeninas incluso en el aspecto de las pequeñas casas del pueblo. Los ángulos duros, las formas cuadradas, están reservados para la violencia de los hombres. El de los maestros incas, primero, que dominan la región y aparecen para cobrar los impuestos y perturbar el paraíso. Luego vienen los conquistadores, sombríos y erizados de lanzas y corazas, verdaderas bolas de odio y codicia ...
El cuento se convierte en una búsqueda iniciática
Desde las montañas hasta el opulento y orgulloso Cuzco, capital del poder inca, los dos niños están tratando de salvar a su mundo en peligro, y el cuento es una búsqueda iniciática. Donde está al mismo tiempo la necesidad de crecer, de cambiar, pero también de preservar la fertilidad de una cultura, en todos los sentidos de la palabra. Todo en esta joya del cine, fuera de lo común: héroes, cuidadosamente elaborados a partir de una mitología e historia desconocidas, lejos del punto de vista occidental habitual, pero también su fervor ecológico y su belleza radiante. Mezcla virtuosa y armoniosa de la animación 3D y tradicional. Concebido para hacer que los niños viajen, en el tiempo como en un imaginario completamente diferente al de las producciones globalizadas habituales, es probable que Pachamama cautive también a los adultos.
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