11 películas sangrientas con asesinos solitarios (II)

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6.- El profesional (Léon, 1994), de Luc Besson

Léon (Jean Reno) es un "limpiador" que mata sin dejar rastro y sin que le afecte lo más mínimo. Vive solo, en un pequeño apartamento en Nueva York. Hasta el día en que Mathilda, una niña de 12 años (¡nuestra querida Natalie Portman!), irrumpe en su vida... Luc Besson, un modelo de cine comercial, es menos un director en el sentido clásico que un "mezclador" Inteligente de las imágenes actuales, impresiones de películas, pubs, cómics y clips. Un productor de imaginación visual, que sabe combinar eficiencia y seducción, simplicidad y moralidad.

7.- Desperado (1995), de Robert Rodríguez

El Mariachi, un no muy jovial mexicano pero con un excelente toque de guitarra, está de vuelta bajo el disfraz de Antonio Banderas (ver la cinta anterior, El Mariachi (1992), del que Desperado es casi un remake enriquecido). Él tiene una cuenta que resolver con un mal distribuidor. Veremos lo que veremos... Después del éxito inesperado de su primera película (El Mariachi, hecha con un presupuesto de 7,000 dólares, dice la leyenda), a Robert Rodriguez se la pagan la segunda por Hollywood. Y se lo toma en serio: los cuerpos saltan bajo las balas, como los frijoles mexicanos, la sangre brotando por todas partes.

8.- Ghost Dog, el camino del samurái (Ghost Dog: The Way of the Samurai, 1999), de Jim Jarmusch

Es una película de lucha extrañamente tranquila. Un viaje salpicado por las resonancias de una banda sonora embriagadora. Vistas aéreas de los edificos, travellings ondulantes en las calles, nos encontramos en una megalópolis, pero parece desierta, casi pacificada. La violencia reina, sin embargo, de una manera sorda, tan apagada como el sonido del silencioso Ghost Dog. El  samurai de hoy en día circula en sedanes de lujo (robados como en sueños, sin infracción) y cultivan el aspecto gánster; y si la espada aparece, es el revólver el que tiene los favores del héroe.

9.- Zatôichi (2003), de Takeshi Kitano

Unos gamberros le piden a un niño que robe el bastón de un ciego. Tranquilizados por su inmovilidad, los chicos se lanzan sobre él. Pero mira por donde, sorpresa, la caña se convierte en espada, y son atravesados. No sabían que este ciego no era otro que Zatôichi, vagabundo aventurero itinerante, masajista por obligación, jugador por pasión... En Japón, Zatoichi, un clásico personaje que protagonizó 26 películas de samuráis (desde 1962 hasta 1989) y un serie de televisión. Lo más regocijante en la película es el actor Kitano, quien interpreta a Zatôichi y se lo traga todo crudo. Cabellos descoloridos, marcha torpe, risa tonta, interpreta a las falsas personas ciegas con un humor poco convencional.

10.- Kill Bill: Volumen 1 (2003), de Quentin Tarantino

Quien quiere matar a Bill no tiene nombre. Lo que sabemos de ella: el día de su boda, embarazada hasta los ojos, vio llegar a sus antiguos colegas, los asesinos del Escuadrón Asesino Víbora Letal. Se pensó que estaba muerta... La delgadez del tema ofrece al cineasta total libertad. En una cronología invertida por flashbacks, logra una antología de cine de género. Introducción de choque: la eliminación de un rival. Luego, una caricatura japonesa cuenta el comienzo del ascenso de la reina del crimen en Tokio.

11.- Collateral (2004), de Michael Mann

Los Ángeles, cinta de innumerables nudos, red de autopistas y aparcamientos. Un taxista dedicado, pero con problemas para conducir su propia vida, acepta, a cambio de un puñado generoso de dólares, acompañar durante la noche a un pasajero en traje gris y camisa blanca, a priori muy civilizado. En realidad, un genio del mal. Max, secuestrado, debe huir, de lo contrario debe ser ejecutado. "¿Cuál es tu secreto? pregunta en un momento. "La indiferencia", responde Vincent, un espectro melvilliano más locuaz.