En esta ocasión, naves, trajes espaciales y selenitas. ¿Ver una buena película en familia, todos delante de la pantalla? Periódicamente, seleccionamos tres obras accesibles a niños y adolescente entre 8 y 12 años.
El hombre y la Luna, es desde la noche de los tiempos una historia de fantasmas, cuentos fantásticos y conquista que sólo podía inspirar al cine. Cuando el 11 de octubre, en España, se estrenó la nueva película de Damien Chazelle, First Man (El primer hombre) (First Man), protagonizada por Ryan Gosling como Neil Armstrong, aquí hay tres películas que son científicamente creíbles o totalmente espeluznantes.
1.- Viaje a la luna (Le Voyage dans la Lune, 1902), de Georges Méliès
El argumento en dos palabras: Seis valientes astronautas viajan en un obús espacial de la Tierra a la Luna.
Ideas para hacer que les guste: Sin duda, es una película muda y en blanco y negro (cuya versión coloreada se restauró en 2011), ¡pero dura solo catorce minutos! ¡Sobre todo, Viaje a la Luna es la primera película de ciencia-ficción en la historia del cine... que figura en la lista del British Film Institute de las cincuenta películas que hay que verantes de los 14 años.
Lo que aprenderán: Con esta película, los más pequeños descubrirán una de las obras mayores de Georges Méliès, maestro de la ilusión. Es una buena ocasión para conocer al odre del trucaje en el cine, quien también fue el primero en abrir el primer estudio cinematográfico de Francia, en Montreuil, en 1897. Su descabellada película (los científicos llevan sombreros puntiagudos dignos de Merlí, el mago), poética (La Osa Mayor aparece sobre los dormidos sabios) y visionario (la película fue realizada cuarenta y siete años antes del primer paso en la Luna de Neil Armstrong), está repleto de innovaciones excepcionales para la época, incluido el fundido en negro.
El momento que más les gustará: Además de la escena icónica del obús clavándose en el ojo de la Luna, llamará la atención de los jóvenes y se divertirán descubriendo la escena de la reunión entre los astrónomos y los habitantes de la estrella, las Selenitas, pulverizados a... paraguazos.
2.- Con destino a la Luna (Destination Moon, 1950), de Irving Pichel
El argumento en dos palabras: Un científico y un militar trabajan en un proyecto para conquistar la Luna.
Ideas para que les guste: Esta película inspiró a Hergé para realizar su cómic Objetivo: la Luna (Objectif Lune), y sobre todo el tema de la propulsión nuclear prevista para la expedición, discutida durante mucho tiempo entre el gran industrial Jim Barnes (John Archer) y el general Thayer (Tom Powers), al comienzo de la película.
Lo que aprenderán: Precisamente, cómo se propulsará el cohete hasta la Luna, gracias a una serie de explosiones. En la película, el fenómeno científico se explica al equipo de eminentes investigadores que participarán en la preparación de la expedición a través de una pequeña película de animación cuyo héroe es el famoso Pájaro Carpintero (Woody Woodpecker). Un paréntesis ultra pedagógico que permite a todos comprender el principio de acción-reacción y el de la compensación de la fuerza gravitatoria. Ideal para despertar las vocaciones de futuros empleados de la NASA...
El momento que más les gustará: Después del aterrizaje En la Luna, el equipo se da cuenta que debe aligerar el cohete al máximo para regresar a la Tierra. Después de liberar una gran cantidad de material, todavía hay cincuenta kilos extras. Mientras se inicia una carrera contra el reloj, surge la cuestión de dejar a un hombre en el lugar...
3.- La gran sorpresa (First Men in the Moon, 1964), de Nathan Juran
El argumento en dos palabras: Una misión internacional, que cree que es la primera en pisar el suelo lunar, descubre en el satélite una bandera británica y un documento firmado por un tal Bedford. El hombre, que se encuentra en una casa de retiro, contará su increíble viaje a la Luna. De una novela de H.G. Wells, La guerra de los mundos (The War of The Worlds).
Ideas para que les guste: Esta luna, con maravillosos paisajes, esconde toda una civilización poblada por selenitas que parecen insectos humanoides y monstruos extraordinarios, todos creados por el famoso diseñador de efectos Ray Harryhausen.
Lo que aprenderán: Mucho antes de la llegada de lo digital, Ray Harryhausen había desarrollado una técnica de animación que permitía a los actores interactuar con criaturas fantásticas, incorporando las últimas imagenes por imagen en tomas reales. Un proceso artesanal y revolucionario en su época. El antepasado de los fondos verdes y los ordenadores.
El momento que más les gustará: Al contrario que a la película de Irving Pichel Con destino a Luna, basada en hechos científicos, la propulsión de este hermoso transbordador espacial es aquí totalmente improbable: se produce gracias a un material creado por el profesor Joseph Cavor que permite superar la gravedad al equipo de exploradores felices, más o menos voluntarios, atravesando el techo de una casa para ir a la luna.
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