Ya sea en el papel del amable amigo o del monstruo, ya sea pequeño o grande, el que come fuego todavía fascina a los pequeños. Mientras se ha estrenado Cómo entrenar a tu dragón 3 (How To Train Your Dragon: The Hidden World), presentamos tres fabulosas aventuras con bestias de pelo o con escamas
Están escupiendo fuego, a veces, volando, siempre. ¡Armas de guerra o buenos compañeros, los dragones constituyen para los héroes de fantasía heroica, vehículos prácticos y muy ecológicos en los tiempos actuales.
1.- La historia interminable (Die unendliche Geschichte, 1984), de Wolfgang Petersen
El argumento en dos palabras: Un muchacho solitario, acosado por sus compañeros de clase, se refugia en una librería. Y encuentre un libro cautivador: la historia del joven guerrero Atreyu, responsable de salvar el reino de Fantasia, gradualmente absorbido por la Nada. Él es ayudado en su búsqueda por un dragón afortunado...
Ideas para hacer que les guste: Recordarles que, en el principio, era una novela escrita por el alemán Michael Ende. Una verdadera oda al poder de la ficción y la imaginación, este exitoso libro ha allanado el camino para sagas como las de Harry Potter. ¿Por qué no volver a leerlo?
Lo que aprenderán: Que se pueden vivir emocionantes aventuras interactivas sin tableta o videojuego. Ser un lector "activo" puede proporcionar emociones. Pero también, desgraciadamente, escuchar una vez la música de los créditos, compuesta por Gorgio Moroder, te condena a tenerla en la cabeza durante veinte años.
El momento que más les gustará: El encuentro entre Atreyu y la tórtuga gigante, tan acuática como eterna. Alérgica a la juventud, en cada crisis envía una tempestad de mucosidad sobre el desafortunado niño, quien acaba en un pantano. Divertido, no, divertidísimo.
El momento que más les gustará: El encuentro entre Atreyu y la tórtuga gigante, tan acuática como eterna. Alérgica a la juventud, en cada crisis envía una tempestad de mucosidad sobre el desafortunado niño, quien acaba en un pantano. Divertido, no, divertidísimo.
2.- El hobbit: la desolación de Smaug (The Hobbit: The Desolation of Smaug, 2013), de Peter Jackson
El argumento en dos palabras: Segunda parte de las muchas y trepidantes aventuras de Bilbo el hobbit, basada en la famosa novela de J.R.R Tolkien, que precede a la saga del Señor de los Anillos. Donde, entre otras vicisitudes, nuestro adorable héroe (Morgan Freeman) entra en la guarida de Smaug, un dragón gigantesco que duerme en la Montaña solitaria. ¿Podrá Bilbo robar "La piedra de Arken", una piedra preciosa mítica, sin despertar al monstruo?
Ideas para que les guste: Inútil. Ellos son los que ya te están suplicando: elfos, enanos, enfrentamientos épicos, deslumbrantes escenarios, y lo más importante, uno de los dragones más grandes en la historia del cine... Ningún niño puede resistirse a una historia así.
Lo que aprenderán: Detrás de todos estos impresionantes efectos especiales se encuentra Benedict Cumberbatch, un actor "real", que interpreta a Smaug, el terrible dragón. Una actuación completaa: ver, además, los entresijos de su trabajo en "captura de movimiento", para comprender mejor los secretos de esta técnica cinematográfica... mágica.
El momento que más les gustará: El espectacular encuentro entre el minúsculo Bilbo y su monumental enemigo, entre el orgulloso depredador y su astuta presa, donde el diálogo, digno de una fábula, es tan agradable como la acción.
3.- Pedro y el dragón Elliot (Pete's Dragon, 2016), de David Lowery
El argumento en dos palabras: Érase una vez una guardabosque (Bryce Dallas Howard), hija de un viejo narrador de leyendas (Robert Redford). Un día, mientras trabajaba en el bosque, conoció a Pedro, un niño de diez años (Oakes Fegley). Este niño salvaje que sólo tiene como familia un dragón, bautizado Elliott. Obviamente, nadie lo creyó. Hasta el momento en que apareció la bestia.
Ideas para que les guste: En la categoría "remakes de clásicos Disney (Cenicienta, El libro de la selva...), Pedro y el dragón Elliot de 2016 es una excepción, es el único que supera al original. Hay que decir que la película de 1977, firmada por Don Chaffey, tuvo una gran éxito en su época.
Lo que aprenderán: Que el más monstruoso no es siempre el que pensamos. A pesar de su imponente tamaño, sus grandes alas y su boca que escupe fuego, Elliott es infinitamente más dulce que el desagradable leñador que lo acecha (Karl Urban). Además, es un dragón que es sensible a la protección del medio ambiente: es el alma del bosque, un baluarte contra la deforestación. Preservar los árboles significa preservarlo a él, así como toda la vida silvestre que los rodea.
El momento que más les gustará: Identificación garantizada para los niños cuando Peter vuela sobre los hermosos bosques del noroeste de los Estados Unidos en la parte posterior de su dragón. Los padres, por su parte, pueden recordar otra secuencia aérea impactante, que involucra a otro Elliott, que despega de su bicicleta en E.T. (1982), de Steven Spielberg. Bien pensado, la película de David Lowery es un homenaje a las historias de aprendizaje de la década de 1980 (niños que andan en la calle en bicicleta, adultos pequeños, criaturas poco comunes).
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