Hace unos días viendo de nuevo El instante más oscuro (Darkest Hour, 2017), de Joe Wright, o con anteriormente, Lincoln (2012), de Steven Spielberg, comprobamos que podíamos analizar la gestión política en las democracias parlamentarias sobre varias cuestiones transcendentales.
En las dos primeras obras mencionadas al principio, en el primero -El instante más oscuro-, se decide sobre si se va a la guerra o se capitula ante el agresor. Funciona la política, la monarquía, el pueblo, los militares, todos con un líder muy poco carismático y sin halo de héroe, que al final toma la decisión correcta. En el otro caso -Lincoln-, se decide sobre la abolición de la esclavitud en medio de una guerra civil. Se usan los métodos que sostienen a una república. La presión y el soborno a legisladores ya existía en 1863.
En las dos primeras obras mencionadas al principio, en el primero -El instante más oscuro-, se decide sobre si se va a la guerra o se capitula ante el agresor. Funciona la política, la monarquía, el pueblo, los militares, todos con un líder muy poco carismático y sin halo de héroe, que al final toma la decisión correcta. En el otro caso -Lincoln-, se decide sobre la abolición de la esclavitud en medio de una guerra civil. Se usan los métodos que sostienen a una república. La presión y el soborno a legisladores ya existía en 1863.
Otro aspecto a considerar podría ser sobre el manejo de las crisis internacionales en el seno de una democracia, para ello se puede analizar Trece días (13 días) (Thirteen Days (13 days), 2000), esas interminables casi dos semanas en las cuales se decidió si iba a estallar una tercera guerra mundial. Un tensión única jamás vivida posteriormente.
Esperamos que les sea de utilidad y como siempre recomendamos verlas antes de realizar en clase de historia, ciencias sociales, valores éticos..., haciendo hincapié en las numerosas relaciones que hay con la realidad de nuestras democracias actuales. También queremos aclarar que se han tenido en cuenta a los medios de comunicación y su independencia como herramientas importantes del adecuado funcionamiento de las instituciones, y su control, en las democracias parlamentarias, por ello están presentes e involucrados en varios de las películas. El cine es una de las herramientas más enriquecedoras para estos casos. No hay ningún criterio aplicado en su ordenación.
1.- City Hall (La sombra de la corrupción) (City Hall, 1996), película estadounidense, dirigida por Harold Becker. La película representa magníficamente el thriller policíaco con contenido político que se desarrolló durante los noventa. Es fundamentalmente una fábula de poder y corrupción.
2.- Primary Colors (1998), también estadounidense, dirigida por Mike Nichols. Muestra con detalle los entresijos de una carrera electoral americana donde el márketing manda y el escándalo es el principal enemigo, y Travolta consigue emular con mucho acierto a Clinton, el encantador de masas con debilidad por las mujeres.
(cont,)
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