Del rosa... al amarillo (1963). Dirección: Manauel Summers. Interpretación: Cristina Galbo, Pedro Díez del Corral, José. V. Cerrudo, Lina Onesti, María Jesús Corchero, Valentín de Miguel, Pilar Gómez Ferrer, Antonio D. Olano. Guion: Manuel Summers. Producción: Manuel Summers, Francisco Larra. Música: Antonio Pérez Olea. Fotografía: Francisco Fraile. Montaje: Antonio Gimeno. Productora: Impala S.A/Eco Films S.A. Romance. Drama. Adolescencia. Vejez. Película de episodios. Blanco y negro. Duración: 88 minutos. Festival de San Sebastián: Concha de Plata y Mejor Película de Habla Hispana. Medallas del Círculo de Escritores Cinematográficos: Mejor guión y Premio Antonio Barbero al mejor director novel y a la actriz novel (Manuel Summers y María Jesus Corchero). La cinta consta de dos partes cuyo único nexo es que son historias de amor en los dos extremos de la vida. En la primera historia, que se presenta bajo el epígrafe de «Del rosa...», Guillermo, de doce años, está perdidamente enamorado de Margarita, de trece. Ambos pertenecen a la misma pandilla de niños de un barrio acomodado de Madrid. Guillermo sabe por sus amiguitas que a Margarita también le gusta él, y lo confirma jugando a las prendas cuando recibe un beso en la mejilla de Margarita, que había sido retada a besar al niño que más le gustara. Guillermo se pasa el día imaginando historias románticas en las que impresiona a Margarita, descuidando sus estudios. Está preocupado por ser pequeño y reza para crecer deprisa y convertirse en un hombre fornido y velludo digno de ser el novio de Margarita. Al llegar el verano se tienen que separar porque Margarita se va con sus padres a la playa y a él lo mandan a un campamento. Guillermo no olvida a Margarita durante este periodo, continúa pasándose el día pesando en ella y le escribe cartas de amor; pero en cambio Margarita conoce a un chico de 18 años y se hace su novia. Margarita le rompe el corazón a Guillermo cuando se lo dice y le devuelve la pulsera que éste le había regalado. Desconsolado Guillermo borra el nombre de Margarita del corazón que había dibujado en su libro de matemáticas, pero inmediatamente lo vuelve a poner, porque a pesar de todo sigue queriéndola. La segunda historia, bajo el epígrafe «... al amarillo», trata de una pareja de ancianos, Valentín y Josefa, que viven en un asilo de ancianos ubicado en Toledo. Se quieren en secreto, mandándose cartas de amor a escondidas para que no se enteren las monjas que regentan el asilo. Un día Valentín decide escaparse del asilo y vivir una nueva vida y le pide a Josefa que lo acompañe, pero a Josefa le da miedo, le dice que es una locura y que no irá con él. Valentín dice que él no puede vivir así y que la esperará hasta las dos de la madrugada por si cambia de opinión. La anciana se siente incapaz de acompañarlo y llora la pérdida de su amor, pero a la mañana siguiente comprueba con alegría que Valentín no la ha abandonado y que se ha quedado por ella, al verlo sentado en el banco de siempre en el patio. Estas dos historias de amor, planteadas como dos episodios autónomos, dan pie al guionista, director y productor Manuel Summers a realizar su primera película; una cinta divertida a veces, deprimente otras, sobre la naturaleza del querer y sus problemas. El proyecto inicial incluía un tercer episodio, que finalmente se convirtió en el siguiente film de Summers, La niña de luto. Con Summers se cumplían los ansiados objetivos del régimen: reconocimiento internacional y espectadores.
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