Hija de dos gigantes del cine, la actriz aprendió desde temprano a desconfiar de las trampas del oficio. Ella rueda poco, duda mucho. Pero revela una sorprendente exuberancia en un Don Juan femenino en Chambre 212 (2019), de Christophe Honoré.
Por primera vez en su vida, gana un premio de interpretación otorgado por el jurado de Un Certain Regard en el Festival de Cine de Cannes de mayo pasado. ¿El papel que lo hizo brillar? Una seductora de insoportable ligereza, en Chambre 212, de Christophe Honoré. Contra todo pronóstico, Chiara Mastroianni, la discreta, la modesta, la melancólica, florece, esta vez, como una caprichosa infiel, ebria de deseos y libertad.
Es el feliz cambio a los 47 años, de una carrera que comenzó hace un cuarto de siglo, a la sombra de su madre Catherine Deneuve y de su padre. Marcello Mastroianni. Desde entonces, ella nunca ha rodado sólo por rodar. Ninguna película imperdonable empaña su carrera. Todas sus elecciones, cualquiera que sea la importancia de su papel, dan testimonio de un amor bien fundado por el cine.
La película: Tras 20 años de matrimonio, Maria decide dejarlo todo atrás y empezar una nueva vida. El primer paso es hospedarse en la habitación 212 de un hotel próximo a la casa en la que vivía junto a su familia. Con el paso del tiempo, comienza a preguntarse si ha tomado la decisión correcta. Muchas personas de su vida tienen una idea sobre ello i intentan hacerlo saber...
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