Antoine Doinel es un personaje cinematográfico de ficción encarnado por el actor Jean-Pierre Léaud. Fue creado por el director francés François Truffaut. Apareció, por primera vez, en Los 400 golpes y siguió hasta El amor en fuga. Entre una y otra aparece también en uno de los cortos que componen la película El amor a los veinte años, Besos robados y Domicilio conyugal. A Doinel lo acompaña el personaje de Christine Darbon, su amiga y después novia y mujer. El papel de Christine lo encarnó Claude Jade.
Toda la saga de Antoine Doinel se presenta de manera progresiva. Primero, los pesares y rebeldías del niño malquerido; enseguida, el corto perteneciente a la película El amor a los veinte años, donde Antoine vive un amor platónico con una muchacha llamada Colette. Después, Antoine en pos de trabajo y de novia, cortejando a una chica formal violinista, Christine Darbon (Claude Jade); en tercer lugar, los avatares de la vida matrimonial con Christine, un embarazo y la irrupción de una japonesita de película. Para finalizar, Antoine, al borde del divorcio de Christine-Claude Jade, se reencuentra con la primera novia, lo que le permite relatar la historia de su vida y sus amores.
1.- Los 400 golpes (Les 400 coups AKA Les Quatre Cents Coups, 1959). Francia. Dirección: François Truffaut. Interpretación: Jean-Pierre Léaud, Claire Maurier, Albert Rémy, Guy Decomble, Georges Flamant, Patrick Auffay, Jeanne Moreau. Guion: Marcel Moussy, François Truffaut. Música: Jean Constantin. Fotografía: Henri Decae. Productora: Les Films du Carrosse. Drama. Nouvelle vague. Película de culto. Adolescencia. Enseñanza. Blanco y negro. Duración: 94 minutos. Oscar: Nominada a mejor guión original; Festival de Cannes: Mejor director; New York Film Festival: Mejor film extranjero; Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor película extranjera; Premios BAFTA: 2 nominaciones incluyendo a mejor película. Con sólo catorce años, Antoine Doinel se ve obligado no sólo a ser testigo de los problemas conyugales de sus padres, sino también a soportar las exigencias de un severo profesor. Un día, asustado porque no ha cumplido un castigo impuesto por el maestro, decide hacer novillos con su amigo René. Inesperadamente, ve a su madre en compañía de otro hombre; la culpa y el miedo lo arrastran a una serie de mentiras que poco a poco van calando en su ánimo. Deseando dejar atrás todos sus problemas, sueña con conocer el mar y traza con René un plan para escaparse. El título se refiere a una expresión francesa (faire les quatre cents coups) cuya traducción podría ser "hacer las mil y una", refiriéndose a todas las trasgresiones del personaje en la película, aunque también juega con el significado estricto de la expresión, es decir, con la enorme cantidad de golpes que la vida propina al protagonista. La película semi-autobiográfica refleja los acontecimientos de la vida de Truffaut y sus amigos. En el estilo, expresa la influencia de las películas francesas que marcaron a Truffaut, con referencias a otras obras, sobre todo una escena tomada al por mayor de Zéro de conduite, de Jean Vigo. Truffaut dedicó la película al hombre que se convirtió en su padre espiritual, André Bazin, que murió justo cuando la película estaba a punto de comenzar a rodarse. Además de ser un estudio de personajes, la película es una exposición de las injusticias del tratamiento de delincuentes juveniles en Francia en ese momento.
2.- Antoine y Colette: El amor a los veinte años (Antoine et Colette, 1962). Francia. Dirección: François Truffaut. Interpretación: Jean-Pierre Léaud, Marie-France Pisier, Jean-François Adam, Patrick Auffay, François Darbon, Pierre Schaeffer, Rosy Varte. Guion: François Truffaut. Música: Georges Delerue. Fotografía: Raoul Coutard. Productora: Les Films du Carrosse. Drama. Comedia. Mediometraje. Secuela. Adolescencia. Drama romántico. Nouvelle vague. Blanco y negro. Duración: 32 minutos. Esta película fue hecha para El amor a los veinte años, conformada por cortometrajes de reconocidos directores como Shintarô Ishihara, Marcel Ophüls, Renzo Rossellini, Andrzej Wajda, y Truffaut, sobre cómo se ve y se siente el amor durante la juventud. Por cierto, que este sistema de “obra múltiple” ha sido retomado en más ocasiones en la historia del cine; sin ir más lejos, la película New York, I love you (2009). Pero ese ya sería otro tema… Segunda película realizada en torno al personaje de Antoine Doinel tras Los 400 golpes.
3.- Besos robados (Baisers volés, 1968). Francia. Dirección: François Truffaut. Interpretación: Jean-Pierre Léaud, Claude Jade, Delphine Seyrig, Michael Lonsdale, Harry-Max, André Falcon, Daniel Ceccaldi, Claire Duhamel, Catherine Lutz, Marie-France Pisier, Martine Brochard. Guion: François Truffaut, Bernard Revon, Claude de Givray. Música: Antoine Duhamel. Fotografía: Denys Clerval. Productora: Les Films du Carrosse/Les Productions Artistes Associes. Romance. Comedia. Comedia romántica. Secuela. Duración: 90 minutos. Nominada al Oscar: Mejor película de habla no inglesa; Globos de oro: Nominada mejor película de habla no inglesa; Círculo de Críticos de Nueva York: Nominada a Mejor actriz secundaria (Delphine Seyrig). El protagonista (Jean-Pierre Léaud), tras ser expulsado del ejército por insubordinación, visita a su antigua novia, Christine (Claude Jade) cuyo padre le encuentra a Antoine un trabajo temporal como vigilante nocturno de un hotel. Sin embargo, por culpa de un detective privado, pierde el empleo el primer día. Para compensarlo, el detective le ofrece trabajo en su agencia. Después de encargarse de asuntos menores, recibe la misión de averiguar por qué todas las empleadas de una zapatería lo odian. En la tienda, Antoine conoce a Fabienne (Delphine Seyrig), la esposa del propietario. Continúa el ciclo de Antoine Doinel tras Los cuatrocientos golpes y Antoine y Colette: El amor a los veinte años. En esta película Antoine inicia su relación amorosa con Christine. Está considerada una de las mejores comedias románticas de todos los tiempos.
4.- Domicilio conyugal (Domicile conjugal, 1970). Francia. Dirección: François Truffaut. Interpretación: Jean-Pierre Léaud, Claude Jade, Hiroko Berghauer, Daniel Ceccaldi, Claire Duhamel, Barbara Laage. Guion: François Truffaut, Claude de Givray, Bernard Revon. Música: Antoine Duhamel. Fotografía: Nestor Almendros. Productora: Coproducción Francia-Italia; Les Films du Carrosse/Valoria Films/Fida Cinematografica. Comedia. Drama. Romance. Comedia romántica. Secuela. Duración: 97 minutos. National Board of Review: Mejores películas extranjeras. Antoine y Christine son una pareja de recién casados. Mientras él se gana la vida vendiendo flores secas por las calles de París, su mujer imparte clases de violín. Pasa el tiempo y tienen un bebé, pero Antoine, que sigue siendo un hombre emocionalmente inestable e inmaduro, tiene una aventura extramatrimonial. Con esta película, Truffaut sigue con la serie de aventuras y desventuras dedicadas a Antoine Doinel, su alter ego de celuloide.
5.- El amor en fuga (L'Amour en fuite, 1979). Francia. Dirección: François Truffaut. Interpretación: Jean-Pierre Léaud, Marie-France Pisier, Claude Jade, Dorithée, Rosy Varte, Daniel Mesguich, Julien Bertheau, Richard Berry. Guion: François Truffaut, Marie-France Pisier, Jean Aurel, Suzanne Schiffman. Música: Georges Deleru. Fotografía: Néstor Almendros. Productora: Les Films du Carrosse. Comedia. Drama. Romance. Drama romántico. Secuela. Duración: 95 minutos. Premios César: Mejor banda sonora original. Tras cinco años de matrimonio y un hijo, Antoine Doinel y Christine se divorcian. Él trabaja como corrector en una imprenta y está enamorado de Sabine, empleada de una tienda de discos. Un día se encuentra allí a Colette Tazzi, la joven de las Juventudes Musicales que conoció en “Antoine y Colette” y que fue su primer amor. Encuentra también a otros conocidos, como Monsieur Lucien, ex-amante de su madre, y a todas las mujeres que han pasado por su vida. Decimoctavo largometraje de Truffaut, quinta y última entrega sobre Antoine Doinel. Narrada en un tono aparentemente superficial y ligero, desarrolla una historia que evoca, recrea y construye un universo amplio y rico de sentimientos, emociones y sensaciones, que el protagonista trasmite al espectador. Es sorprendente el magnífico dibujo del deseo que embarga a Sabine tras una noche de amor.
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