Hay una película de Godard que a menudo olvidamos, a pesar de que es una de las más salvajes de su autor: en Weekend, que se estrenó a fines de diciembre de 1967, Jean-Luc Godard demolió la Francia del ocio y entretenimiento. culto al "automóvil" a través del viaje de una pareja de pequeños burgueses encarnados por Jean Yanne y Mireille Darc, con un gran Mercedes, un vestido de Saint Laurent y con la intención de matarse entre ellos. Una fábula apocalíptica, desencantada y satírica, pero también la única incursión de la musa de Georges Lautner, con un cineasta de la Nouvelle Vague, y no cualquiera. Fue ella quien decidió rodar con Godard: "Me hubiera gustado ser una intelectual pero conocí a un montón de payasos,, entonces de repente, Godard, apareció. "El director acepta tan fácilmente, y sin ganas, por lo que la actriz le pregunta por qué:" ¿Por qué eres tan antipático conmigo? A lo que él responde: Porque no me gusta el personaje que representas tanto en tus películas como en la vida, y además porque el personaje de mi película debe ser antipático." A buen entendedor...
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| Mireille Darc y Jean Yanne en la película Week-end |
El cineasta será decididamente sádico con ella durante todo el rodaje, ya que será desagradable con su compañero Jean Yanne, pidiéndoles que rueden en el barro solo para ver si lo hacen. Mireille aprieta los dientes y sale de este rodaje como cuando uno regresa de la guerra: con un amigo de por vida, Jean Yanne. Permanece su esbelta silueta, moderna y, en última instancia, tan godardiana, con su bufanda amarilla, corriendo por los prados.
(cont.)
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