En este documental difundido en Fipadoc (Festival Internacional Documentaire), Les lycéens, le traître et les nazis, David André cuenta el trágico destino del Corps franc Liberté, una red de combatientes de la resistencia formada en algunas de las más importantes centros de secundaria parisinos. Al combinar archivos históricos y reconstrucciones filmados con actores reales, reinventa el género. Y rinde un hermoso homenaje a los jóvenes luchadores de hoy.
La fecha del 10 de junio de 1944 se recuerda como la de la masacre de Oradour-sur-Glane, un pueblo de Lemosín, donde efectivos de la 3.ª Compañía del 1.er Batallón del Regimiento Der Führer, de la División SS Das Reich del Waffen-SS del III Reich asesinó a 642 civiles indefensos. ¿Quién sabe que el mismo día, en la comuna de la Solognoe de La Ferté-Saint-Aubin, cayeron bajo las balas del ocupante 41 jóvenes franceses comprometidos con la Resistencia?
Fue mientras leía el libro escrito por su compañero sobre la historia de la familia Brunhoff (La splendeur des Brunhoff, Yseult Williams, éd. Fayard, 2018), uno de cuyos hijos estaba entre las víctimas, que el documentalista David André descubrió el destino del Corps franc Liberté, una red formada en junio de 1940 en algunas institutos de secundaria parisinos por jóvenes patriotas que rechazaban la ocupación alemana. No hacía falta más para darle un motivo a David André para consagrarle una película, Los estudiantes de secundaria, el traidor y los nazis, a esta página oculta de la historia contemporánea de Francia.
En 2014, dedicó un trabajo singular a los jóvenes de hoy: Chante ton bac d’abord, un documental rodado en forma del musical para contar las aspiraciones y problemas de los estudiantes de secundaria en Boulogne-sur-Mer, que había sido distinguido en Biarritz por una Fipa d'Or.
Presentado en el Fipadoc 2020, el festival internacional de Biarritz, en la costa vasco-francesa, rinde homenaje a estos jóvenes cuyos actos heroicos resuenan con las formas contemporáneas de comprometerse. "Al trabajar en esta película, explica David André, tenía en mente las palabras maravillosas escritas por Georges Bernanos en 1938: "Es la fiebre de la juventud la que mantiene el mundo a temperatura ambiente. Cuando la juventud se enfría, el mundo rechina los dientes." Evocando a una luchadora juventud de ayer, el documentalista le hace un guiño fraternal actual.
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