Federico Fellini, primer centenario de su nacimiento (V)

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Amarcord (1973) es una película igualmente compleja, por un lado se trata de una obra sumamente personal que recrea el Rimini de los años 1930, en el que el muchacho al que cabe identificar con el Fellini joven, vive diversas aventuras, pero por el otro puede considerarse como un ejercicio histórico válido, en la misma linea que Satiricon, ya que la única oposición que el individuo puede ofrecer a la forma histórica institucional y, por tanto, dominante, es una postura marcadamente personal. 

Magali Noël en Amarcord (1973)

Casanova (Il Casanova di Federico Fellini, 1976) lleva a sus últimos extremos la preocupación que había caracterizado a las anteriores películas de Fellini, directamente en Los inútiles, La Strada y La dolce vita, e indirectamente en las restantes: la preocupación por la sexualidad masculina. La película ofrece una visión particularmente sombría y pesimista de ella y Casanova salta de cama en cama, sin llegar a ninguna parte y sin experimentar verdaderamente placer. Sus imágenes son tan barrocas y sensuales como la mayoría de las películas de Fellini y están relacionadas con las angustias sexuales sobre las que se basa la identidad masculina. Además posee una gran ironía y enfrenta al espectador con el mito de Casanova y las asociaciones culturales de este nombre que existían en el mundo occidental. 

Donald Sutherland en Casanova (1976) 

No obstante a todo ello, Casanova es una película tan asombrosamente compleja como bella, algo así como una alegoría fascinante sobre el amor y la pasión. Una película que viaja desde la brillantez inicial que decora la juventud del personaje hasta la sombría visión del mismo en sus años de vejez, mostrando su progresiva descomposición a través de sus lances en una sociedad ya descompuesta de antemano. Y todo ello en un tono de elegante majestuosidad en el que lo real y lo onírico no logran distinguirse plenamente. Asimismo, el simbolismo y la metáfora forman parte de la película, lo que tal vez lleva a Fellini a reencontrarse con su cine más hermoso del pasado, rebosante de fuerza y de imaginación, y que hacen de Casanova una película para unos decadentes, para otros una de las más hermosas de nuestro director. 

Casanova (1976)

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