Su siguiente película fue Ginger y Fred (Ginger e Fred, 1986), una comedia dramática que narra como Amelia y Pippo, encarnados por Marcello Mastroianni y Giulietta Masina, se reúnen en un plató de televisión, tras varias décadas de separación, para llevar a cabo su viejo número musical en el que imitan a Ginger Rogers y Fred Astaire. Para ellos este encuentro supone una conmovedora mirada al pasado. Relajada y divertida sátira al mundo de la televisión y al culto a toda clase de celebridades, muy alejada del cine críptico que ha caracterizado buena parte de la filmografía de Federico Fellini. La cinta tiene el atractivo añadido de ver emparejados a Giulietta Masina, mujer y musa el director, que regresó al cine tras un silencio de 23 años; y al alter ego de Fellini en algunas de sus mejores obras, Marcello Mastroianni. La película obtuvo cuatro galardones en los premios David di Donatello, entre ellos el de mejor actor, para Mastroianni.
Marcello Mastroianni y Giulietta Masina en Ginger y Fred (1986) |
Dos años más tarde estrena Entrevista (Intervista, 1987). Cinecittá, el gran estudio de cine en las afueras de Roma, ha cumplido 50 años y Fellini, en una entrevista explica a un equipo de la televisión japonesa su forma de trabajar. Cine dentro del cine, Entrevista pretende integrar todos los puntos de vista con objetividad, subordinando los medios (prensa y televisión) a la fantasía del autor.
Federico Fellini, Marcello Mastroianni y Anita Ekberg en Entrevista (1987) |
Su última película fue La voz de la luna, también conocida como Voces de la luna (La voce della luna, 1990). La película se adentra en la sociedad italiana de de finales de la década de 1980 a través de las vidas de los dos protagonistas que se encuentran entre la difusa frontera de la locura y la cordura: uno de ellos, recién salido del psiquiátrico sin estar curado; el otro, un funcionario que está convencido de que el mundo en el que vive y que le rodea es falso. Según el propio Fellini: una película insólita, misteriosa e inquietante, que adaptó a la perfección la exquisita fantasía mágica de El poema de los lunáticos, de Ermanno Gavazzoni.
La voz de la luna (1990) |
(cont.)
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