Su papel como padre desquiciado en la película, Un fils (Bik Eneich, 2019), le valió el premio al mejor actor en el último Festival de Cine de Venecia. A su vez, fuerte o débil, enérgico o silencioso, el demasiado discreto Sami Bouajila está siempre brillante.
En Un fils, de Mehdi M. Barsaoui, combina magníficamente el dolor y la ira para componer un personaje de esposo y padre que tiembla sobre sus cimientos. Frente a su hijo entre la vida y la muerte, pero también enfrentado a una repentina herida narcisista, Sami Bouajila perfila todos los matices de una masculinidad perdida, sin rumbo, entre la tradición y la modernidad. Cuando este papel le valió el premio en el último Festival de Cine de Venecia, produjo satisfacción por este actor, que era muy poco aclamado y que solo poseía un único premio, a la mejor interpretación masculina. Premio de Interpretación en Cannes en 2006 por Días de gloria (Indigènes, 2006), dirigida por Rachid, Bouchareb, galardón compartido con Jamel Debbouze, Samy Naceri, Roschdy Zem y Bernard Blancan...
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