Desde Le père Noël est une ordure hasta The Rocky Horror Picture Show, desde El gran Lebowski hasta Star Wars, nos fascinan por mil y una razones: por sus cualidades y (sobre todo) por sus defectos, por sus mal gusto, por sus audaces universos y por su capacidad para consolidar comunidades, por su rareza y sus replicas impactantes... Pero, ¿qué es una "película de culto"? Intentamos realizar una definición.
En estos tiempos de cinefilia confinada, los medios y las plataformas de VOD entierran al espectador bajo las propuestas de obras calificadas como películas de "culto". Pero, ¿qué significa esta expresión, utilizada para películas tan diferentes como Casablanca, de Michael Curtiz, la citada The Rocky Horror Picture Show, de Jim Sharman, o C’est arrivé près de chez vous, de Rémy Belvaux, André Bonzel y Benoît Poelvoorde? Si uno admite su connotación religiosa, la "obra de culto" pertenece a una congregación de seguidores que la aman irracionalmente, incluyendo (¿y sobre todo?) por sus defectos ... Ya que es una relación subjetiva con el trabajo, cualquier definición resulta ilusoria. "¡Buena suerte!" afirma divertido Jean Ollé-Laprune, distinguido historiador y creador de cine, en 2008, de la plataforma SVOD FilmoTV, que, en estos días, ha triplicado su actividad. El término le molesta: "Antes, solo se aplicaba a películas que se veían en sesiones de medianoche, como la tan peculiar Cabeza borradora, de David Lynch, pero hoy el término está distorsionado. Por eso, en muchos medios se prohíbe el uso del mismo a los críticos y se les recomienda encontrar y emplear otros sinónimos. "Bertrand Tavernier también odia esta expresión: "¡Se usa igual de bien para películas malas que para una desconocida obra de Ozu! Personalmente, tengo películas de cabecera o más bien cineastas a los que siempre vuelvo, y eso es todo."
En estos tiempos de cinefilia confinada, los medios y las plataformas de VOD entierran al espectador bajo las propuestas de obras calificadas como películas de "culto". Pero, ¿qué significa esta expresión, utilizada para películas tan diferentes como Casablanca, de Michael Curtiz, la citada The Rocky Horror Picture Show, de Jim Sharman, o C’est arrivé près de chez vous, de Rémy Belvaux, André Bonzel y Benoît Poelvoorde? Si uno admite su connotación religiosa, la "obra de culto" pertenece a una congregación de seguidores que la aman irracionalmente, incluyendo (¿y sobre todo?) por sus defectos ... Ya que es una relación subjetiva con el trabajo, cualquier definición resulta ilusoria. "¡Buena suerte!" afirma divertido Jean Ollé-Laprune, distinguido historiador y creador de cine, en 2008, de la plataforma SVOD FilmoTV, que, en estos días, ha triplicado su actividad. El término le molesta: "Antes, solo se aplicaba a películas que se veían en sesiones de medianoche, como la tan peculiar Cabeza borradora, de David Lynch, pero hoy el término está distorsionado. Por eso, en muchos medios se prohíbe el uso del mismo a los críticos y se les recomienda encontrar y emplear otros sinónimos. "Bertrand Tavernier también odia esta expresión: "¡Se usa igual de bien para películas malas que para una desconocida obra de Ozu! Personalmente, tengo películas de cabecera o más bien cineastas a los que siempre vuelvo, y eso es todo."
Nos atrevemos a definirlo: Películas a las que se les profesa gran admiración por parte de un grupo específico -y numeroso- de personas -bien cinéfilos u otros colectivos-. A menuda películas ignoradas en su estreno y posteriormente reivindicados por crítica y/o público. Algunas definiciones de "título de culto" incluyen películas de grandes estudios y películas de éxito, mientras que otras sólo admiten películas menores con las particularidades mencionadas, pero que no han tenido gran alcance popular ni triunfado en taquilla a nivel masivo.
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