El desvío (Detour, 1945), de Edgar G. Ulmer
Muchos críticos consideran esta película un auténtico hito del cine negro. La
El desvío presenta una sobrecogedora relación de dependencia entre hombre y mujer. El protagonista es un ejemplo extremo de perdedor, interpretado por Tom Neal, un actor que años más tarde asesinaría a su mujer y sería encarcelado por este motivo. Pero especialmente la protagonista femenina, a quien da vida Ann Savage, dibuja un personaje dominante y repelente, el arquetipo de 'femme fatale' llevado al extremo.
Veinte mil dólares, costó esta obra maestra, una película de culto que consigue que todas sus dificultades y limitaciones se conviertan en virtud. Englobada en la “serie B”, término ya superado, por su escaso presupuesto, El desvío no oculta su humildad de medios con escenarios pequeños, múltiples escenas en coches, uso de transparencias y actores poco conocidos, pero tampoco oculta una fuerza, potencia visual y determinación en lo que cuenta que la acaban convirtiendo en una obra maestra de la serie B, A o Z.
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