Rashômon (1950), dirigida por Akira Kurosawa
Un samurai es asesinado en un bosque y su esposa violada. Pero, ¿qué es lo que sucedió realmente? Existen cuatro versiones diferentes de la historia: la de un leñador, la de un bandido, la de la mujer y la del fantasma de su esposo. Pero ¿cuál de ellas es verdad? Su técnica narrativa, fragmentada y basada en el uso del flashback, denominada efecto Rashōmon ha ejercido amplia influencia en directores posteriores. Rashomon supuso todo un acontecimiento en el mundo del celuloide. No sólo catapultó a su director, Akira Kurosawa, al reconocimiento internacional sino que, por extensión, también lo hizo con todo el cine nipón, desconocido hasta ese momento. La película se convirtió en la primera japonesa en ganar un Oscar a la mejor película de habla no inglesa. Y es que Rashomon es una obra maestra, no sólo por su original tratamiento del punto de vista (al contar una misma historia desde cuatro personajes diferentes), sino también por la impecable realización y puesta en escena, que la convierten en una pieza de orfebrería. La intención de Kurosawa fue realizar una reflexión filosófica sobre el relativismo de la verdad y por este motivo no trata de explicar un hecho sino que deja al espectador que decida qué debe creer y qué no. El guión está inspirado en los cuentos cortos En el bosqu”, de Ryunosuke Akutagawa.
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