lunes, 23 de noviembre de 2020

Biografías de cine: Pola Negri (II)

 (cont.)
No tardaría, sin embargo, Pola Negri en sentir pronto una ineludible fascinación por ese recién nacido arte de las imágenes en movimiento. Así en el año 1914 se ve tentada a escribir y dirigir ella misma, en colaboración con Jan Pawlowski, Amor y pasión, también conocida en español como Esclava del pecado (Niewolnica zmyslów), una película sin demasiada repercusión, pero que decididamente marcaba su ascenso hacia el estrellato en su tierra natal, Polonia. Tal es así, que apenas un año después la empresa "Sphinx" se afana en su contratación para Zona (1915), película realizada por Aleksander Hertz.
El mismo triangulo actriz-director-productora se mantendría hasta 1917, período durante el cual se llevarían a buen término, entre otras películas como Czarna ksiazeczka (1915), Studenci (1916), Bestia (1917), Tajemnica Alei Ujazdowskich (1917), Arabella (1917), Pokój Nr.13 (1917), Jego ostatni czyn (1917). Pola Negri se había convertido ya en el máximo exponente cinematográfico, pero no sólo de Polonia, sino también de Alemania, cuya renacientes y fulgurante cinematografía comenzaba a crecer a pasos agigantados, haciendo incluso suya la tímida progresión de la industria polaca del cine. 
Precisamente en Alemania, a donde Pola Negri, como era previsible suponer, había acudido contratada por la UFA, iba a acontecer un hecho trascendental para el futuro devenir de su carrera cinematográfica: su afortunado encuentro con el realizador Ernst Lubitsch, para quien por primera vez trabaja en Los ojos de la momia (Die Augen der Mumie Ma, 1918). Se iniciaba así una extraordinaria relación de amistad y trabajo, que mutuamente les reportaría ganada fama y reconocido prestigio, algo que parecía ya preconcebido, teniendo en cuenta lo perfecto de tal combinación: la magia hermosísima de la Negri, unida al delicado talento cinematográfico de Lubitsch.
Emil Jannings y Pola Negri en Los ojos de la momia (1918)
Luego la colaboración de ambos se mantendría en éxitos tan notables como Carmen (1918), Madame DuBarry (1919), tal vez una de las mejores interpretaciones de Pola Negri, Rausch (1919), Una noche en Arabia (Sumurun, 1920), la ya referida adaptación de la pieza teatral que tanta le proporcionara como actriz, El gato montés (Die Bergkatze, 1921): Era evidente, por tanto que su combinación profesional era un acierto pleno y nunca como Lubitsch Pola Negri había dado y daría tanto de si misma. Tal vez porque el realizador alemán era el único que logró entender el exotismo de su mirada, el fatalismo de su imagen, su belleza contenida y luminosa, la viva expresión de su rostro, que hacía de ella una espléndida actriz, en el más puro sentido del término. 
La Negri en otra imagen de la película grotesca y sugerente El gato montés (1921)
(cont.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario