Los ojos sin rostro (Les yeux sans visage, 1960), de Georges Franju
Una noche, a las afueras de París, una mujer echa el cuerpo de una joven al río. Una vez que las autoridades recuperan el cuerpo, el doctor Génessier la identifica como su hija, quien había desaparecido, Christiane Génessier, cuyo rostro quedó desfigurado tras un accidente automovilístico. Después del entierro, regresa a su casa, donde está escondida la Christiane real. La supuesta que habían enterrado era una mujer que falleció durante una operación de injerto de piel para el rostro desfigurado de su hija. El asistente del doctor, Louise, consigue atraer a la mansión del doctor, que está cerca de su clínica, a una joven estudiante llamada Edna Grüber, con la promesa de alojarla. Sedada con un cloroformo es llevada al laboratorio secreto, donde se le extirpa la piel de la cara. El doctor consigue con éxito transplantárselo a su hija, manteniendo el rostro de Edna cubierto contra su voluntad. Edna consigue escapar, pero salta por una ventana a gran altura y muere. Después de deshacerse del cadáver, Génessier advierte defectos en el rostro de su hija. Su cara está rechazando el tejido de piel y debe recurrir a una nueva máscara. Fuera de todo esto, Jacques, el que fuera novio de Christiane, ha estado recibiendo misteriosas llamadas que cuelgan al poco de llamar. Alertado por la desaparición de varias mujeres parecidas a su novia, avisa a la policía, que inicia la investigación.una adaptación cinematográfica de terror de 1960 de la novela de Jean Redon.
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