Se hizo mundialmente famoso como la viva imagen de la trilogía del dólar de Sergio Leone. Ya en los años 1970, además de encarnar a su mítico Harry Callahan en sucesivas películas a partir de la cinta original de Don Siegel, arrancó una carrera como director que frecuentemente —y de manera menos habitual a lo largo de los últimos años— entrelazó con su trabajo como actor. Su cine alcanzó un notable grado de madurez a partir de los años 1990 —con Eastwood ya por encima de los 60 años—, con dos películas que se alzaron con el Oscar principal: Sin perdón y Million Dollar Baby. Este 2021 volverá, ya con más de 90 años sobre sus espaldas, a nuestras carteleras de la mano de Cry Macho. La calidad de Richard Jewell, su anterior película —que incluimos en esta lista a modo de extra—, confirma que su nivel se mantiene alto.
1. Sin perdón (Unforgiven, 1992)
Un par de vaqueros van a un prostíbulo y uno de ellos raja la cara a Delilah Fitzgerald tras una disputa con ella. Las prostitutas consiguen echarles de allí, pero quieren venganza, pues han dejado a Delilah marcada de por vida. Así, el grupo de mujeres, comandadas por Strawberry Alice, reunirán casi todo el dinero del que disponen, y ofrecen 1.000 dólares para quien mate a los dos vaqueros que hicieron tal cosa. El sheriff local, Little Bill Daggett está preocupado por la recompensa que ofrecen, pues cree que alguien puede aceptarlo, y no le gusta que la gente tenga armas allí en Wyoming. William Manny es un hombre viudo que tiene graves problemas económicos y apenas puede mantener a sus hijos. De este modo, decide ir junto con su amigo Ned Logan y un joven al que llaman Schofield en busca de los dos vaqueros para conseguir el dinero. La película, que consagró a Clint Eastwood como director y uno de los mejores exponentes del llamado western crepuscular, sustituye la mística propia del género por un descarnado y desmitificador realismo. La cinta fue justamente galardonada con cuatro premios Oscar: mejor película, director, montaje y actor secundario (Gene Hackman, en el papel de comisario, cuya única meta es no tener problemas). En el reparto destacan, además del propio Eastwood, Morgan Freeman (quien más tarde volvería a ponerse bajo las órdenes de Eastwood en títulos como Million Dollar Baby o Invictus) y Richard Harris. Además, cabe destacar que el realizador dedicó la película a dos de sus maestros y descubridores: Sergio Leone, el padre del espagueti western, y Don Siegel, director de Harry el sucio.
2. Mystic River (2003)
Cuando Jimmy Markum, Dave Boyle y Sean Devine eran niños que crecían juntos en un peligroso distrito de Boston pasaban los días jugando al béisbol en la calle, al igual que lo hacían muchos otros niños en el barrio obrero de East Buckingham donde vivían. No sucedía nada importante en su barrio. Hasta que Dave se vio obligado a tomar un rumbo que cambiaría las vidas de todos ellos para siempre. Veinticinco años más tarde, los tres se vuelven a encontrar por otro acontecimiento de gran trascendencia - el asesinato de la hija de 19 años de Jimmy. A Sean, que se ha hecho policía, le asignan el caso y junto a su compañero recibe el encargo de desenredar este crimen aparentemente sin sentido. También tienen que estar muy pendientes de Jimmy, furioso por encontrar al asesino de su hija. Dave, relacionado con el crimen por una serie de circunstancias, se ve obligado a enfrentarse a los demonios de su propio pasado. Demonios que amenazan con destruir su matrimonio y cualquier esperanza que pueda tener para el futuro. A medida que la investigación se estrecha alrededor de estos tres amigos, se desarrolla un inquietante relato que trata de la amistad, la familia y la inocencia perdida demasiado prematuramente. Fue precisamente en el terreno interpretativo donde la película se impuso en los Oscar de 2004. Penn y Robbins subieron a buscar su estatuilla, mientras que Gay Harden también estuvo nominada. Otras tres candidaturas (director, guion, y mejor película) confirman la aceptación crítica del filme, además de 40 galardones en festivales de todo el mundo y otras 60 nominaciones. Un éxito que Eastwood repetiría un año después con la trágica Million Dollar Baby.
3. Million Dollar Baby (2004)
Después de haber entrenado y representado a los mejores púgiles, Frankie Dunn regenta un gimnasio con la ayuda de Scrap, un ex-boxeador que es además su único amigo. Frankie es un hombre solitario y adusto que se refugia desde hace años en la religión buscando una redención que no llega. Un día, entra en su gimnasio Maggie Fitzgerald, una voluntariosa chica que quiere boxear y que está dispuesta a luchar denodadamente para conseguirlo. Pero lo que más desea y necesita es que alguien crea en ella. Frankie la rechaza alegando que él no entrena chicas y que, además, es demasiado mayor. Pero Maggie no se rinde y se machaca cada día en el gimnasio, con el único apoyo de Scrap. Finalmente, convencido de la inquebrantable determinación de Maggie, Frankie decide entrenarla. Después de Sin perdón y Mystic River, Clint Eastwood vuelve a acertar con su tercera obra maestra. Este intenso y conmovedor drama, basado en los relatos breves de F.X. Toole, se convirtió en la gran triunfadora de los Oscar de 2005 con cuatro importantes estatuillas: mejor director, película, actriz principal (Hilary Swank) y actor secundario (Morgan Freeman). Las increíbles interpretaciones de sus principales protagonistas, el brillante guión de Paul Haggis y la austera y clásica dirección de Eastwood, convierten a Million Dollar Baby en una reflexión sobre la fe y la redención que ningún amante del séptimo arte debería perderse. Como curiosidad, cabe destacar la costosa preparación de Swank para interpretar su papel: la actriz ganó casi 10 kilos de masa muscular en sus entrenamientos previos de boxeo.
4. Cartas desde Iwo Jima (Letters from Iwo Jima, 2006)
En marzo de 1945, se disputó la batalla de Iwo Jima, un sangriento episodio bélico que confrontó al ejército de Estados Unidos con la armada de Japón. Pensada como complemento de "Banderas de nuestros padres", donde Clint Eastwood narra la versión estadounidense de la historia, el oscarizado director de Million Dollar Baby y Sin perdón realizó este drama bélico donde se presenta la batalla desde el punto de vista nipón. Para ello, tomó como punto de partida los superventas del general Tadamichi Kuribayashi y el escritor Kumiko Kakehashi. Rodada en japonés, contrató a rostros famosos del país para los papeles principales, como los actores Ken Watanabe y Tsuyoshi Ihara o el cantante Kazunari Ninomiya. Curiosamente, este esfuerzo de ver los hechos desde el bando enemigo fue mucho mejor recibido por la crítica que su predecesora y consiguió un Oscar al mejor sonido (categoría en la que competía, por cierto, con Banderas de nuestros padres). Además, obtuvo candidaturas en las categorías de mejor película, director (Clint Eastwood) y guion (Iris Yamashita).
5. Bird (1988)
La película se basa en la historia de la vida del legendario saxofonista Charlie Parker, apodado "Bird". La carrera artística de Parker fue influida por su uso de las drogas y el alcohol. Clint Eastwood, aficionado al jazz, y su guionista, Oliansky, encontraron las imágenes propicias para dar a la biografía de este músico el estilo de vida salvaje de un artista brillante en forma de película. Las primeras escenas consiguen introducir a la audiencia en la vida de Charlie Parker, quien se encuentra al borde de la decadencia humana. Tras tocar en un pequeño club de jazz, Parker regresa a su casa, borracho, donde inicia una discusión con su esposa Chan, mientras que Parker toma una sobredosis lo que provoca que sea ingresado en un hospital. El director del hospital cree que la mejor solución es tratar a Parker con electroshock, pero Chan se opone porque piensa que ello acabará con la creatividad de su marido. Un tiempo después, Charlie mejora y sale del hospital con su mujer Chan, pero las drogas reaparecen en el camino y al final abandona a su mujer. A pesar de la fama que consigue y las actuaciones, Charlie no logra dejar ni el alcohol ni las drogas.. Con Bird, Clint Eastwood consiguió el reconocimiento crítico del que goza hoy en día, precisamente con la primera película en la que no aparecía como actor. Esta evocación del mundo del jazz de los años 1940 fue entendida por Eastwood como recuerdo de su época de adolescente, por lo que muchos la consideran su primera película personal, a la que seguirían títulos como Cazador blanco, corazón negro (1990), Sin Perdón (1992) o Los puentes de Madison (1995), entre otras. Junto al éxito de público, Bird consiguió el Premio al Mejor Actor en el Festival de Cannes para Forest Whitaker, y el Oscar al mejor sonido.
(cont).
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