(cont.)
5.- Para todos los gustos (Le goût des autres, 2000), de Agnès Jaoui
Primera película dirigida por Agnès Jaoui con guion coescrito por su compañero, Jean-Pierre Bacri, su primer gran éxito. En esta comedia ácida y tierna sobre el determinismo social y la compartimentación cultural, Bacri, aquí ataviado con bigote, interpreta a un gerente de negocios gruñón (como debería ser) que de repente se abre a los demás después. haber sido cautivado por una actriz trágica (Anne Alvaro) en una representación de Bérénice, una actriz que se convertirá en su profesora de inglés y de la que se enamorará. Un papel a la vez burlesco (cuando tropieza con la pronunciación de "the" ) y muy conmovedor (cuando es humillado por teatrales de odioso esnobismo).
Jean-Pierre Bacri et Anne Alvaro en Para todos los gustos
6.- Les sentiments (2003), de Noémie Lvovsky
Su personaje de médico a pocos meses de la jubilación es “gordo, viejo, estúpido y feo”, sin embargo redescubrirá la pasión gracias a su joven vecina (Isabelle Carré), quien lo admira por sus gestos “increíblemente agraciados” y su mirada, la más negra que jamás había visto. Y, mientras adora a su esposo, Edith comienza a amar a Jacques también. Jean-Pierre Bacri rara vez se ha mostrado tan conmovedor como en esta película solar, pero también muy inflado: los aires de un coro se utilizan, de hecho, como un coro antiguo para comentar los sentimientos de los personajes con un vocabulario a veces muy crudo. Mientras Bacri redescubre el sentimiento del amor, uno escucha: "J’étais un vieil enfant/Je suis un jeune chien maintenant/Ça fait du bien!/J’ai pas la trouille/Ça fait du bien/Jusqu’au fond des couilles."
Melvil Poupaud, Isabelle Carré, Nathalie Baye y Jean-Pierre Bacri en Les Sentiments
7.- Avant l’aube (2011), de Raphaël Jacoulot
Simenon podría haber imaginado al héroe de este thriller tan chabroliano. Jean-Pierre Bacri interpreta al jefe de un hotel de lujo en los Pirineos, uno de cuyos clientes fue encontrado al amanecer en un barranco tras ser atropellado por un conductor que huyó. Y el jefe conoce al fugitivo, pero no dice nada. Así lo entiende su nuevo empleado (Vincent Rottiers), que también guarda silencio y, ve como su jefe, miente a los investigadores. El hombre de éxito se reconocía en este joven en reinserción social, y Bacri entrega una de sus interpretaciones más complejas, matizadas y ambiguas, con una inquietante mezcla de duplicidad y sinceridad.
8.- C'est la vie (Le Sens de la fête, 2017), de Olivier Nakache y Éric Toledano
En esta película coral con un reparto de lujo: una boda de lujo en un castillo francés del siglo XVIII se les va de las manos a sus responsables, Jean-Pierre Bacri compone el gruñón más hermoso de su larga carrera actoral. Y monta el espectáculo desde la primera (divertidísima) secuencia: una discusión entre un organizador de fiestas y un par de clientes muy versátiles y muy exigentes, donde el actor encarna maravillosamente la expresión "la calma antes de la tormenta".
Eye Haidara y Jean-Pierre Bacri en C'est la vie
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