Las mejores películas de culto de la historia del cine (LXXXIX)
El hombre que mató a Liberty Valance (The Man Who Shot Liberty Valance, 1962), de John Ford
Ransom Stoddard (James Stewart), un anciano senador del Congreso de los Estados Unidos, explica a un periodista por qué ha viajado con su mujer (Vera Miles) para asistir al funeral de su viejo amigo Tom Doniphon (John Wayne). La historia empieza muchos años antes, cuando Ransom era un joven abogado del este que se dirigía en diligencia a Shinbone, un pequeño pueblo del Oeste, para ejercer la abogacía e imponer la ley. Poco antes de llegar, fue atracado y golpeado brutalmente por el temido pistolero Liberty Valance (Lee Marvin). John Ford, famoso por su habilidad para retratar fabulosos paisajes, rodó curiosamente este magistral wéstern íntegramente en dos platós de la Paramount y en blanco y negro. Un gran contraste, si se compara con otro de sus grandes hitos de la época, Centauros del desierto, lleno de colorido y ambientado en el parque natural de Monument Valley. La ausencia de exteriores, la suplió con la contratación de dos superestrellas que pasaban por su mejor momento profesional: su actor fetiche John Wayne, en su sempiterno papel de tipo duro, pero tierno en el fondo; y James Stewart, como su contrapunto ideal, dando vida a un hombre de paz pero tan firme en sus ideales que está dispuesto a morir por ellos. Frente a ambos, un Lee Marvin que, gracias al papel de Liberty Valance, logró dejar atrás diez años como eterno secundario para convertirse por fin en una gran estrella de Hollywood. Una obra maestra expone más matices que ningún otro western, y sin duda el más importante es el de definir con hábil precisión un momento significativo de los Estados Unidos: aquel en el que el salvaje oeste comenzó a perder su condición de territorio sin ley y la civilización entró de la mano de los abogados, decididos a imponer las leyes sobre las pistolas.
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