El ángel exterminador (1962), de Luis Buñuel
Un grupo de burgueses de la Ciudad de México es invitado a una cena en la mansión de los Nóbile, después de asistir a la ópera. Mientras, los sirvientes y los cocineros sienten muchos deseos de abandonar la mansión y se marchan. Al terminar la cena, los invitados se dan cuenta de que no pueden salir de la habitación por una razón misteriosa totalmente desconocida, aunque aparentemente no hay nada que lo impida. A medida que van pasando los días, el alimento y la bebida empiezan a escasear, los anfitriones y los invitados enferman, la basura se acumula y duermen donde pueden. A partir de ese momento, la etiqueta, las buenas costumbres y la cordialidad poco a poco se acaban perdiendo y los burgueses se comportan como auténticos salvajes. Una de las obras más emblemáticas del cineasta Luis Buñuel, enmarcada dentro de uno de los periodos más nihilistas de su carrera. Es una feroz sátira de la burguesía que encarna muchas de las obsesiones del director: el surrealismo, el sexo, la muerte, la crueldad de la superioridad de la clase burguesa o la escatología (un armario que sirve de retrete). Tras rodar Viridiana, El ángel exterminador fue una de las pocas películas que el realizador filmó en México en su etapa francesa de los años 1960. El título se lo sugirió el escritor José Bergamín, en cuya obra Los náufragos está basada la película, pese a que en un principio Buñuel había pensado titularla Los náufragos de la calle Providencia.
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